Una soleada mañana de domingo, con un temperatura en torno a los 20 grados centígrados, ha animado a los bilbainos a aprovechar la segunda jornada autorizada por el estado de alarma para pasear y hacer deporte, que hasta las diez de la mañana han vuelto a llenar parques y ambas márgenes de la ría.

Aunque numerosas personas han vuelto a ocupar las tradicionales zonas de paseo de la capital bilbaina, como el parque de Doña Casilda, el paseo del Campo Volantín y las inmediaciones del Museo Guggenheim, se ha notado una afluencia menor que este pasado sábado, seguramente, porque numerosas paseantes han preferido quedarse en casa o transitar por zonas menos concurridas, ya que ayer era imposible mantener los dos metros de distancia de seguridad recomendados por las autoridades sanitarias.

A partir de las diez de la mañana toman en relevo en las calles las personas con necesidades especiales o mayores de 70 años, lo que se nota con una menor presencia de personas en las calles, así como en las horas centrales del día establecidas para los paseos de los padres con los menores.