Bilbao - Cincuenta operarios, entre personal a pie de puente y empleados técnicos, se afanan estos días en el dispositivo para instalar el segundo puente de la isla de Zorro-tzaurre. Una maniobra prolongada que arrancó ayer y esperan culminar mañana por la noche si las inclemencias meteorológicas no lo impiden, especialmente el viento, y ningún imprevisto afecta al plan de actuación diseñado.

"Es una labor de precisión centimétrica", describió ayer a DEIA Alejandro Santamaría, director de Urbanismo de Visesa, la sociedad pública dependiente del Gobierno vasco que financia el tendido del viaducto que unirá la isla con el barrio de Zorrotzaurre. Santamaría explicó cómo, literalmente, "tenemos solo un centímetro de holgura a la hora del asentamiento del puente sobre los arranques del estribo". Ese será el punto culminante del proceso en el que, gracias a la bajada paulatina de la marea, la estructura blanca ensamblada en el muelle cercano de Zorrotzaurre será depositada suavemente en ambas orillas del canal.

Hasta llegar a ese momento será necesario cubrir varias tareas previas igualmente importantes. Tras la llegada el domingo por la tarde desde Holanda de las dos pontonas necesarias para el traslado del viaducto, ayer los técnicos procedieron a la fijación de las dos embarcaciones sin motor al muelle colindante. El responsable de Visesa indicó que "es necesario su ajuste para poder mover el puente a sus cubiertas".

Carros de trasvase Ese traslado se efectuará esta tarde, entre las 18.00 y las 19.00 horas, cuando la ría se encuentre en pleamar. Unos carros colocados bajo el puente serán los encargados del trasvase a una velocidad casi de caracol. Una vez embarcada sobre las dos pontonas, la estructura será convenientemente afianzada para que las dos plataformas y el viaducto compongan una pieza única.

Será mañana cuando se ejecuten las maniobras más complejas. Primero, mover todo el conjunto hasta la ubicación donde será colocada la estructura. Para ello será necesario girar noventa grados a la vez plataformas y estructura flotando en el agua. Para efectuar el viraje se aprovechará que el canal es un poco más ancho aguas abajo y también será retirado el pantalán que usa el Club de Remo Deusto, ubicado en las inmediaciones, para tener mayor margen de seguridad.

Esta maniobra tendrá lugar durante la tarde de mañana, cuando todo el conjunto será movido con estachas o grandes cuerdas controladas por unos winches o rodillos con motor desde las orillas. Si todo va según lo previsto, se ejecutará a continuación el asentamiento definitivo sobre los soportes construidos en ambas orillas, aprovechando la pleamar prevista para 19.18 horas. Santamaría especificó que una vez presentado el puente sobre el lugar indicado "será la dinámica de la marea bajando la que deposite el puente en su lugar definitivo, con ese centímetro de holgura que antes decía". Asentado en los arranques de los estribos la estructura se anclará de manera provisional en cuatro puntos, dos por orilla, con unos grandes pasadores a modo de bridas.

Será el fin del dispositivo de colocación pero no el de fijación. "Durante varias semanas después se procederá a soldar el viaducto a las estructuras en tierra para concluir su instalación", indicó el responsable de Visesa.

La llegada de la noche, el ocaso estos días es entre las 18.17 y las 18.20 horas, supondrá que todas las maniobras se efectúen bajo la iluminación de focos alimentados con potentes grupos electrógenos. El director de Urbanismo desveló que "vamos a poder actuar sin problemas. Hubiera sido mejor con luz diurna, pero para aprovechar convenientemente las mareas y la previsión de que no haya viento nos obliga a trabajar de noche".