Bilbao - El dueño de la tienda Sastrería Derby ha cogido el testigo al presidente del Athletic, Aitor Elizegi, al frente de Bilbao Dendak. Durante los próximos cuatro años, Gardeazabal capitaneará la entidad que aglutina las asociaciones comerciales de la villa. Comerciante por los cuatro costados, Gardeazabal pertenece a una saga familiar que conserva desde hace 71 años su identidad en la villa y que ha sabido mantener el prestigio, pese a los duros años por los que ha atravesado el sector. “Me gustaría que entre todos los que formamos el sector realicemos una reflexión profunda para analizar si el modelo que tenemos es el adecuado cara al futuro”, adelanta para DEIA en esta entrevista.

Llega con ganas de plantear una reflexión a nivel de sector.

-Sí, y eso no implica cambios, porque el modelo de Bilbao Dendak, financiado en parte con dinero público, lleva años funcionado. Sin embargo, existen otras fórmulas que también se pueden ajustar a las nuevas realidades comerciales y creo que si las hay deberíamos analizarlas, siempre con el fin de mejorar.

¡Vaya responsabilidad!

-Sí, lo es, pero estoy enormemente ilusionado. Es un cargo que no se concede a dedo, sino que quien te vota son los propios comerciantes.

Para Rafael Gardeazabal representar al comercio bilbaino tiene que ser lo más de lo más. ¿Me equivoco?

-Para nada. Es un orgullo personal muy importante, pero también te digo que no es la primera vez que me habían ofrecido el cargo y había dicho que no.

¿Y por qué ahora?

-Era el momento y los comerciantes se han basado en el prestigio que tiene el negocio que regento para apretarme las tuercas.

No llega de nuevo.

-La verdad es que no. Tengo muchas ganas de trabajar por el comercio bilbaino porque creo que es un momento repleto de oportunidades que debemos aprovechar.

El comercio ha vivido momentos realmente complicados.

-Mucho. Ha habido años muy duros de los que ha costado una barbaridad salir, pero tenemos una fortaleza que nadie la conoce.

Cuente, cuente.

-En las empresas familiares como la mía, la cuenta de resultados mucha veces es secundaria. Lo importante es perdurar en el tiempo. Y eso en empresas más grandes no es así, es más importante la cuenta de resultados que perdurar.

Porque si las cuentas no dan...

-... Los grandes cierran la persiana para siempre, se largan y punto. Tener un apellido en un comercio conlleva consigo perdurar, ese es el objetivo y lo que enriquece el tejido comercial de una ciudad.

Pero eso es muy complicado.

-Muchísimo, pero no imposible. Nosotros a base de trabajar lo hemos conseguido y ahí seguimos tres generaciones después.

Bilbao Dendak representa a grandes como El Corte Inglés, Zubiarte y a pequeños negocios de barrio. Complicado atender la realidad de cada uno de ellos.

-Hay que combinar muy bien todas las piezas, hilar muy fino para no herir sensibilidades y trabajar por cada uno de los que forman parte de este gran puzle comercial dentro de Bilbao Dendak. Tenemos que trabajar para que todos los intereses tan dispares se vean beneficiados. Hay que tener en cuenta que son intereses totalmente opuestos, pero podemos convivir. A las pruebas me remito.

Hay sitio para todos.

-Mira, yo llevo 52 años enfrente de El Corte Inglés y mi padre, al que tú conociste, me decía: Rafa, antes de entrar en la tienda, delante de la residencia de los Jesuitas, haz la señal de la cruz, y delante de El Corte Inglés, una reverencia.

El Corte Inglés trajo más clientes.

-Eso es. Es el claro ejemplo de un gran comercio y uno pequeño, pero es una competencia leal. El grande se integró perfectamente y ha sabido convivir e integrarse en el ritmo de la ciudad. Cuando mi padre se enteró de que lo iban a poner en ese punto de la villa, lo primero que decidió fue trasladar el negocio del Casco Viejo a la alameda Urkijo. Le dijeron que estaba loco. Cuando viajaba a Londres veía que enfrente de Harrods estaban todos los buenos comercios.

A eso se le llama visión de futuro.

-Acertó. Se pudo haber equivocado, pero dio en el clavo y desde entonces ahí estamos.

Hay que adaptarse a los nuevos tiempos y mirar hacia delante.

-Así es. No podemos tener miedo a la llegada de Primark. No se sabe qué va a pasar... Pero debemos aprender a convivir con ello, hay que pelear. Me gustó lo que dijo en DEIA la presidenta del Casco Viejo, Eider Txarroalde: Tenemos que conseguir que la gente que venga a Primark baje el puente y venga al Casco Viejo. Tenemos que convencer al cliente de que el comercio local es más sexy que esos grandes que vienen a Bilbao.

Le veo positivo.

-Debemos ser positivos, con la negatividad no se consigue nada.

No es lo mismo comprarse ropa interior en Primark que en una mercería de barrio de toda la vida.

-Nunca, no se puede comparar. ¿Cuál es la fortaleza de la mercería de barrio? Que ese comerciante te conoce, te da confianza, te asesora... Eso no te lo da uno grande...

El problema es el de siempre, el precio. Una braga a 1 euro...

-No podemos competir en precios, pero lo podemos hacer con otras cosas. Además, debemos ser conscientes de lo que hay detrás de esas bragas a 1 euro, y no solo me refiero a la calidad. Cuando se compra ropa tan barata deberíamos preguntarnos quién la ha confeccionado y en qué condiciones... Quizás dejaríamos de contribuir a ese tipo de comercios.

El comercio de Bilbao no debe bajar la guardia.

-Para nada, la lucha es diaria y continua. No te puedes parar, debemos estar con el radar abierto todo el día y siempre ver en positivo cómo sacar beneficio de las cosas que van a pasar en Bilbao, de los eventos que se van a desarrollar, del turismo...

¿Los consumidores somos conscientes de la importancia del comercio en las ciudades?

-No. Un barrio sin comercio es una zona menos segura, más sucia...

¿Qué opina de la apertura en festivos?

-No es un debate para que nos echemos los trastos a la cabeza. La ley es la ley. A algunos les puede interesar abrir en festivos; a la mayoría, no. Si existiera una demanda, yo abriría mi tienda. Debemos ser sensatos y no imponer nada.

La eliminación del periodo oficial de rebajas tampoco ha beneficiado al comercio.

-Esa es la peor decisión que se ha tomado. En Bilbao, muchos comerciantes seguimos conservando los periodos y seguiremos haciéndolo.

¿El asociacionismo es clave?

-Transmitir todo lo que se ha hecho y se va a hacer para el comercio es otro de los retos que vamos a tener desde Bilbao Dendak. La labor de las asociaciones son imprescindibles, no solo por la dinamización sino porque la unión hace la fuerza. Se han hecho cursos de formación, redes sociales, idiomas, de Internet.

¿Internet es el enemigo del comercio pequeño?

-En absoluto. Una cosa es el Internet malo, ese que nadie sabe de dónde viene, y que sí perjudica mucho al comercio local. Internet es una gran oportunidad para vender, precisa de más trabajo, pero hoy en día es imprescindible estar on line. Es una herramienta más de negocio.

¿Qué les va a decir a los comerciantes de Bilbao?

-Que estoy las 24 horas disponible para lo que me necesiten y lo que quiero es transmitirles positividad. Somos muchos y muy buenos y no debemos tener miedo.