Bilbao - La polémica iniciativa para la construcción de una instalación con forma de barco que albergaría un túnel de viento y una piscina de olas frente al Museo Marítimo de Bilbao deberá superar un nuevo escollo antes de hacerse realidad. Los promotores de este centro de ocio, que fue anunciado en 2014, han solicitado al Ayuntamiento de Bilbao que modifique el Plan Especial de Abandoibarra después de haber recibido el visto bueno de Demarcación de Costas, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica. Un portavoz cercano al proyecto aseguró ayer que esta autorización es suficiente para empezar las obras, si bien los promotores prefieren esperar a ultimar los trámites con el Consistorio. En cualquier caso será la siguiente corporación municipal la que deba autorizar la licencia de obra en el dique seco donde pretenden emplazar la infraestructura, lo que motiva una fuerte oposición de los vecinos y de asociaciones en defensa del patrimonio industrial.

“Hoy por hoy no hay ninguna licencia en trámite porque el planeamiento, en este caso el Plan Especial de Abandoibarra, no contempla lo que se recoge en la concesión de Costas”, aseguraron ayer fuentes municipales sobre el proyecto, capitaneado por un paracaidista e ingeniero ruso responsable también de otro túnel de viento existente en la localidad gerundense de Empuriabrava que creó la empresa TecnoFly Bilbo para llevar a cabo esta iniciativa. “Los promotores de este proyecto han presentado una propuesta de modificación del Plan Especial de Abandoibarra que le tocará debatir a la siguiente corporación”, añadieron sobre un trámite que podría alargarse meses, si bien los interesados han optado por la vía rápida, ya que al encontrarse en procedimiento el Plan General de Ordenación Urbana se han anulado las peticiones de licencias.

En cualquier caso, todo apunta a que la potestad del Consistorio para frenar el proyecto es relativa. De hecho, durante el pleno municipal de mayo de 2018, Asier Abaunza, concejal de Planificación Urbana, admitió que después de que el muelle, que en principio fue seco se inundase, Demarcación de Costas consideró que se trataba de dominio público marítimo-terrestre. “A partir de ahí es su competencia lo que ocurra”, reveló el edil, dando a entender que no concierne al Ayuntamiento la autorización del proyecto cuya licencia de obra se verá obligado a tramitar si todo está en orden.

Por su parte, un portavoz de los promotores de la iniciativa, que requerirá una inversión multimillonaria por lo que cuenta con empresas internacionales involucradas, aseguró ayer que Demarcación de Costas ha prorrogado una autorización que ya estaba concedida. “En teoría, con la concesión de Costas ya se podría trabajar, pero los promotores quieren ir despacito y no quieren tener ningún problema”, aseguraron las mismas fuentes que concretaron que la modificación se solicita para “proceder al cierre de la dársena donde va a ir ubicado el artefacto”. De esa forma, reveló que la intención es “cerrarlo para vaciarlo y para limpiarlo, y después restaurar las gradas”. De hecho, defendió que la intervención en el dique del antiguo astillero Euskalduna no será invasiva: “En ningún momento se va a tocar ni cimentar nada, se deposita el barco apoyado en el suelo, sin anclajes ni pilares. El artefacto es desmontable; con lo cual, cuando acaba la concesión, lo quitan”.

Oposición a la iniciativa Mientras tanto, la Federación de Asociaciones Vecinales de Bilbao publicó ayer un comunicado para exteriorizar su “total rechazo” al proyecto. “Creemos que este proyecto viola la ley, ya que dicho conjunto de diques secos goza de la máxima protección en el actual planteamiento municipal por ser el único paisaje patrimonial de la industrialización y la actividad portuaria que queda en Bilbao”, expusieron en la nota de prensa en la que solicitaron al Ayuntamiento de Bilbao “que se involucre en la defensa de nuestro patrimonio no autorizando la licencia de obra y de actividad”.

Muy pendiente del proyecto desde el inicio, la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública solicitó la revocación de la concesión de ocupación a Demarcación de Costas. Una petición que ha sido desestimada. El presidente de la asociación, Javier Puertas, aseguró ayer que tienen intención de seguir luchando para proteger los elementos que conforman el antiguo astillero Euskalduna. “Nos estamos asesorando con abogados expertos en patrimonio para actuar en consecuencia y nos hemos puesto en contacto con el Ararteko”, expuso Puertas, quien no entiende la autorización de Costas tras los informes negativos emitidos por el Gobierno vasco, “que considera que el impacto sobre el patrimonio es crítico”. En ese sentido, añadió que “si bien el proyecto puede ser bueno para Bilbao, la ubicación no es para nada acertada”, por lo que espera que el Ayuntamiento se “decante cuanto antes”.