Los hechos históricos que dieron lugar a la fundación de una nueva villa, llamada entonces Villanueva de Miraballes, sucedieron entre los años 1373 y el 4 de marzo de 1375. En aquella época del siglo XIV, lo que hoy en día se conoce como Ugao-Miraballes era un lugar prácticamente desierto, ya que solo había una torre aislada, varios caseríos dispersos y una ferrería perteneciente a la familia Arandia situada próxima a la torre del mismo nombre. Pero contaba con una ventaja respecto a otros pueblos del entorno: era atravesado por el Camino Real, que unía comercialmente Castilla con el mar y por el que circulaban importantes productos como pan, hierro, textiles, etc.

En ese contexto, los entonces habitantes del cercano valle de Zeberio mostraron su interés por fundar una villa para, por un lado, beneficiarse del dinero y la prosperidad que reporta el comercio y, por otro, contar con un cerco amurallado que les protegiera de peligros como las alimañas, los asaltantes o los temibles jauntxos. Para hacer realidad sus pretensiones, la comarca zeberiana tuvo que hacer frente, a través de arduas negociaciones, con la oposición de los señores de la villa de Bilbao y de los privilegios legales y comerciales que entendían tener.

El pleito se dirimió en la Corte de Castilla ante un Infante Don Juan que, tras estudiar las ventajas e inconvenientes de la propuesta, otorgó un 4 de marzo de 1375 la Carta Puebla de la fundación de una villa bajo el nombre de Villanueva de Miraballes que también reguló su jurisdicción territorial, los cargos públicos, las causas e instancias de apelación, así como los privilegios y deberes de los villanos.

Trajes para la feria

Desde hace ya tiempo, la villa celebra cada cinco años el aniversario de su fundación con una atractiva feria medieval. Así tenía que haber ocurrido en 2020, pero el confinamiento y la evolución de la pandemia lo impidieron. Ahora, con la situación sanitaria más estable, la actividad se ha retomado con idea de que los días 9, 10 y 11 de junio Ugao-Miraballes retroceda siete siglos en el tiempo y tanto vecinos como visitantes se sumerjan en el ambiente, aroma y el colorido del medievo gracias a la recreación de un mercado de antaño.

Los preparativos están ya en marcha y uno de los grandes objetivos es que los actuales habitantes de la villa participen en la ambientación y creación de una atmósfera que recuerde al año 1375. Para ello, el consistorio ha organizado un taller monográfico para dar a conocer cómo se vestía en la época, que tipo de trajes y tocados se estilaban, y de esta forma, reproducir de la forma más fiel los usos y costumbre del siglo XIV en la zona. El monográfico consta de 12 horas en total y comienza el 16 de mayo. Se desarrollará los lunes y miércoles, de 13.30 a 15.30 horas o de 16.00 a 18.00 horas. Para los empadronados es gratuito, mientras que los no empadronados deben pagar 19,50 euros. La inscripción ya está abierta hasta el 12 de mayo.