La sacristía de la parroquia San Pedro de Arantzazu, en el valle de Arratia, se ha transformado temporalmente en un sencillo y modesto museo para exhibir la muestra Expo rogativas: hamaika urte errogatibaz errogatiba. Se trata de un pequeño repaso visual a los últimos once años de peregrinación y plegaria de los municipios de la comarca a Urkiola, una arraigada tradición secular que se pierde en la memoria de los tiempos. La iniciativa ha podido hacerse realidad gracias al trabajo y dedicación de un grupo de voluntarias responsables de la parroquia que, con un trabajo diligente y cuidadoso, fueron guardando con cariño los carteles que anuncian la celebración de las rogativas a Urkiola y que tienen lugar en el mes de junio, el sábado siguiente a la fiesta de San Antonio.

Hace un tiempo, revisando el material que habían almacenado, se percataron de que disponían ya de la colección completa de los pósteres de las últimas once ediciones y se animaron a presentarlos al público y compartirlos con los feligreses y vecinos de la anteiglesia. "Cada cartel incluye fotos de las ediciones anteriores de las rogativas, junto al lema década año. Incluso vemos vecinos que ya no están entre nosotros, pues han fallecido, y recuerdos de celebraciones anteriores", explica Amaia Etxezarraga, comisaria de la pequeña exposición.

En esa colección, si hay un cartel especial, austero y llamativo, es el correspondiente al año 2020 en el que, a causa de la pandemia, apenas se reunieron ochenta personas en Urkiola, "pero se respetaron los consejos sanitarios, se agradeció el trabajo y esfuerzo de muchas personas durante el confinamiento y se sintió la cercanía de Dios esos días en nuestras casas", apuntan. Y la muestra recuerda también lemas de los últimos once años de rogativas como Emakumea Elizan: egindakoa eta egitekoa, o Lur hau gurea da, jagon daigun ondo, que indican claramente que la tradición, secundada habitualmente por en torno a 400 personas, ha tenido un toque profético, además de oracional.

El grupo promotor de la muestra hace, además, hincapié en su carácter itinerante. "Cualquier parroquia o grupo del valle la puede solicitar, ya que se transporta y monta muy fácilmente en cualquier sala, e incluso está diseñada para instalarla en exteriores, pues los materiales están plastificados para su perfecta conservación". De momento se puede visitar todos los domingos de octubre en Arantzazu, a las 11.00 horas o con cita previa.