Sin parar la actividad formativa, eso sí, a un ritmo mucho más lento, con aforos reducidos de los ‘taldes’ y bajo estrictas medidas sanitarias, Bizkaiko Dantzarien Biltzarra ha sabido hacer frente a la situación provocada por la pandemia de la mejor manera posible.

Con la mirada puesta en el nuevo curso, los responsables encargados de su área formativa se muestran ilusionados ante su apertura, que dará comienzo en octubre, con el objetivo de poder volver a ofrecer la programación completo de la época pre-covid, impartiendo el mismo número de horas y cursos.

La plantilla de profesores formada por Idurre Erauskin, Alberto Gutiérrez, Aintza Calderon y Jon Gaminde, cada uno en diferentes géneros o instrumentos, están preparados para afrontar el reto de recuperar el tiempo perdido, con la ilusión puesta en volver a organizar romerías por las plazas y calles de Bizkaia lo antes posible.

El alumnado al que dirigen la programación es tan amplio que abarca desde los 8 años en adelante. La propia Idurre, encargada de los cursos de trikitixa, recuerda como el pasado ejercicio uno de sus alumnos tenía 85 años.

El calendario de este curso abarca una clase semanal de octubre a mayo, y, según matiza, intentamos que sean clases bastante personalizadas con el fin de cada alumno vaya a su nivel.

La solicitud para inscribirse se va a poder hacer a partir de la próxima semana, durante el mes de septiembre, en la web dantzanet.net

Por su parte, Alberto, responsable de los cursos de dantzas, una de las áreas de mayor demanda, señala que la idea de este curso es volver a la situación pre-covid y poder reunir en las instalaciones que Bizkaiko Dantzarien Biltzarra dispone en la calle Luis Briñas a grupos variados de danzaris.

Para conseguirlo, resalta la ventaja de disponer de amplias salas donde poder aprender, al tiempo que mantener las medidas de seguridad sanitarias pertinentes.

Sobre el repertorio de bailes que imparte, Alberto destaca que enseñamos todo aquello que pueda bailar un dantzari en una romería por si sólo, y en cuanto a a los niveles de aprendizaje, habla de cuatro, “por lo que todo el mundo tiene cabida en nuestro cursos, desde los principiantes hasta los más expertos”.

El profesor de gaita y pandero, Jon Gaminde, destaca, por su parte, el peso de BDB como referente del folklore vizcaino en el ámbito formativo, al tratarse del centro de enseñanza más antiguo de Bizkaia.

Recuerda como fue en los años 80 cuando la entidad comenzó esta actividad, cubriendo en un principio las necesidades de los grupos de dantzas y poco a poco, incorporando el aprendizaje de instrumentos claves como el txistu pero también de otros como la trikitixa, alboka, gaita y pandero.

Sobre el auge de estos instrumentos en los últimos años, Gaminde resalta el caso de la trikitixa, que ha sido reseñable, pero también la consolidación de la actividad y la renovación constante de alumnos en cualquiera de las actividades.

Recuperar las plazas Al dantzari lo que le gusta es bailar en las romerías.

Es, sin duda, el principal objetivo del equipo formativo de Bizkaiko Dantzarien Biltzarra, recuperar las plazas de los pueblos para bailar, y como bien apunta Gaminde, “se trata de nuestro espacio natural”.

El equipo de profesores se plantea como reto volver a recuperar el tiempo perdido provocado por la pandemia

El profesorado de BDB al completo comparte esta opinión, a lo que Alberto añade que fue lo que faltó el curso pasado. “Es verdad que conseguimos seguir con las clases dentro del local pero la gente echaba de menos salir a la plaza a practicar lo aprendido”.

Añaden que una de las primeras cosas que quieren retomar son las romerías, y adelantan, como primicia, que ya están trabajando en ello y en breve habrá una convocatoria.

La máxima ilusión es poder volver a organizar cuanto antes romerías en las plazas y mostrar lo aprendido

El equipo de profesores aprovecha la ocasión para agradecer encarecidamente la paciencia y el esfuerzo del alumnado el curso pasado, con clases reducidas y con constantes cambios.

Más necesario que nunca

Para Idurre, tomar parte en los cursos de aprendizaje es una manera de conocer el folklore vasco y de no olvidarse de nuestra cultura y de nuestras tradiciones. Considera, a su vez, que la música y el baile siempre son necesarios, ahora más que nunca y no se olvida de la parte lúdica y divertida que representan.