AY un día que está marcado en rojo en Metro Bilbao. No se trata ni de Aste Nagusia ni de un gran partido del Athletic. Es el día de Santo Tomás. Cada 21 de diciembre, las calles del Casco Viejo de Bilbao se llenan de miles que de personas para disfrutar de la feria agrícola por excelencia de Bizkaia. Pero ese día también es víspera de las fiestas navideñas cuando muchos ciudadanos ultiman sus compras para esos días tan especiales. La suma de ambos provoca que esta fecha sea la que ostenta el récord de usuarios en un mismo día. Fue el 21 de diciembre de 2018 cuando se batieron todos los registros hasta la fecha: 408.802 viajes en un mismo día.

El día de Santo Tomás es una muestra clara de que los vizcainos se decantan por Metro Bilbao para eventos multitudinarios al ser un transporte rápido y, sobre todo, seguro. Esa seguridad que proporciona a los viajeros se plasma también las fiestas de los municipios a los que miles de personas acuden y para ello durante los meses de verano el suburbano funciona durante 24 horas tanto los viernes como los sábados ya que el resto del año el transporte nocturno funciona hasta las dos de la madrugada los viernes y toda la noche el sábado. Pero si a dar lo mejor de sí mismo se refiere, Metro Bilbao garantiza el transporte durante las nueve noches de Aste Nagusia, acercando hasta la capital vizcaina a todos aquellos que quieren disfrutar de unos días de jolgorio, olvidándose de tener que coger el coche para la vuelta a casa. El non-stop durante Aste Nagusia se complementa con más frecuencias de las habituales del mes de agosto.

Entre los más de 1.800 millones de viajes realizados, más de uno habrá tenido como origen o destino la estación de San Mamés. Cada quince días, los socios y aficionados se suben a los trenes con sus camisetas y bufandas rojiblancas para insuflar ánimo a los jugadores del Athletic. Y no solo se usa para llegar al estadio sino también para acercarse a las calles adyacentes y disfrutar de un ambiente inmejorable.

Otro de los puntos que más personas aglutina es el BEC, ubicado en Ansio, donde más de uno seguro que habrá disfrutado como si fuera a la Luna (los kilómetros recorridos en estos 25 años han supuesto 128 viajes de ida y vuelta al satélite de la Tierra). Precisamente, la feria de muestras es un habitual destino tanto por las exposiciones que se organizan como por los exámenes a gran escala o grandes conciertos que atraen a miles de personas.

Esa tendencia a usar Metro Bilbao como transporte habitual para los desplazamientos entre localidades o barrios ha supuesto, según los datos aportados por la entidad, un incremento en la actividad comercial "tanto en el centro como en otros barrios" de la capital y en localidades con conexión a este transporte. "El 73% de las personas entrevistadas en la última encuesta realizada, consideraba que el metro ha potenciado los comercios que se ubican en las proximidades. Además, tal y como reflejan las encuestas periódicas de uso y percepción del metro, este medio de transporte ha influido de manera determinante en el lugar donde las personas usuarias realizan sus compras, incentivando que acudan a otras zonas", apuntan.

Y si para los vizcainos el suburbano es imprescindible, para aquellos que visitan el Territorio Histórico también lo es. Así lo atestigua el informe de Metro Bilbao que destaca su "contribución al desarrollo del sector turístico". "El 80% de las y los panelistas consultados en la última encuesta afirmaba estar totalmente o bastante de acuerdo con esa aseveración. Las estaciones de metro conectan con los principales puntos de interés de la cuidad de Bilbao (Museo Guggenheim, Palacio Euskalduna, Estadio de San Mamés, Alhóndiga Bilbao€) y otros lugares emblemáticos de Bizkaia (como por ejemplo el Puente Colgante). Además el metro de Bilbao es, en sí mismo, un recurso turístico", subrayan. Además, las propias entradas a las estaciones, los fosteritos se han convertido en un atractivo turístico y ya forman parte del paisaje de Bilbao y los municipios con los que conecta el suburbano.

Sin embargo, Metro Bilbao se ha tenido que adaptar a la actual situación sanitaria que no permite esas masificaciones para impedir que el coronavirus se expanda. Desde los primeros compases de la pandemia, todas las estaciones se han dotado con gel hidroalcohólico y han garantizado la seguridad de los usuarios y del personal. Quizá para el 26 aniversario de Metro Bilbao, toda esta situación haya quedado en un mal sueño.