María Aspiunza, responsable del Departamento de Arquitectura de la ingeniería vizcaina i-ingenia, desarrolla y colabora en proyectos de distinta naturaleza, como obra nueva, reformas y rehabilitaciones, accesibilidad urbana, planes urbanísticos pero especialmente en el ámbito de la accesibilidad universal y la rehabilitación energética aplicado tanto al entorno urbano como a los edificios. Forma parte de un equipo joven de varios arquitectos e ingenieros con formación en diferentes especialidades cuyo reto es dar respuesta a todas las partes que requiere el desarrollo de un proyecto, desde los cimientos hasta el diseño de los espacios interiores. Han dado el salto internacional con un proyecto de accesibilidad y actualmente están inmersos en las obras de reforma y ampliación de la comisaría de la Ertzaintza de Getxo.

En el marco del Día Mundial del Urbanismo ¿cuál es su visión profesional sobre la importancia de la planificación urbanística de las ciudades?

-La forma en la que configuramos y diseñamos nuestras ciudades tiene una repercusión directa sobre cómo las vivimos y cómo nos sentimos cuando nos movemos en ellas. Desde la organización de las calles y manzanas, hasta la elección del mobiliario y la vegetación, el urbanismo debe tener siempre presente cómo se van a vivir los espacios.

¿Los proyectos urbanísticos tienen en cuenta cada vez más a las personas?

-Personalmente creo que sí. Hubo unos años en los que los vehículos adquirieron mucho protagonismo, creando calles anchas que devaluaban la experiencia del peatón. Pero la sociedad ha cambiado, y con ella, la forma en la que diseñamos los espacios urbanos.

¿Se tiende a humanizar las ciudades en beneficio de sus habitantes?

-Sí. Es un proceso en el que estamos totalmente inmersos y en el que trabajamos en equipo ayuntamientos y empresas como nosotros. En este sentido, la accesibilidad es fundamental para garantizar que las personas puedan moverse libremente y sin barreras.

¿Urbanismo y sostenibilidad deben conjugarse? ¿Cómo se logra?

-La sostenibilidad es un aspecto que debemos considerar en todas las fases de redacción de un proyecto, desde la elección de materiales hasta la planificación de los procesos que se emplean para la ejecución de las obras. En este sentido, tengo la suerte de estar colaborando en la implantación de criterios de ecodiseño en i-ingenia.

¿En sus proyectos buscan aunar todos estos criterios?

-Sin duda. En los proyectos que desarrollamos en i-ingenia participamos siempre varios técnicos con diferentes perfiles y especialidades para tratar de dar respuesta a todos esos criterios. Esto es común tanto para los proyectos de urbanismo como los de edificación.

¿Urbanismo y arquitectura van de la mano a la hora de proyectar? ¿En qué sentido?

-Urbanismo y arquitectura son complementarios el uno con el otro y debemos tener en cuenta ambos a la hora de desarrollar cualquier proyecto. No entendemos las calles sin edificios y viceversa.

¿La accesibilidad es una de las especialidades de i-ingenia, junto a la eliminación de barreras arquitectónicas?

-Sí, la accesibilidad es uno de nuestros puntos fuertes y un aspecto en el que los ayuntamientos cada vez están más involucrados. Además de numerosos proyectos de eliminación de barreras arquitectónicas, como son la ejecución de ascensores urbanos, también hemos desarrollado varios planes de accesibilidad para diversos municipios, que al final son el primer paso para conocer los puntos negros de nuestras ciudades y pueblos.

¿Han recibido incluso premios en este sentido?

-Efectivamente, hace unos años fuimos galardonados con el premio Fekor Sariak, cuyo objetivo es reconocer las iniciativas y buenas prácticas para impulsar los derechos de las personas con movilidad reducida. Es todo un orgullo para nosotros.

¿Cuáles son sus proyectos más destacados al respecto?

-Hemos trabajado muchos ámbitos además de la accesibilidad, pero en este aspecto destacaría los numerosos proyectos que hemos realizado en Bilbao para la eliminación de barreras arquitectónicas, como son gran parte de los ascensores verticales e inclinados con que cuenta la ciudad.

¿Incluso han saltado al ámbito internacional con Jerusalem accesibility case of study. ¿En qué consiste este proyecto?

-Sí, el trabajo que realizamos en Bilbao llegó a oídos de la autoridad de transportes de Jerusalén, que nos llamó para conocer las soluciones adoptadas en Bilbao para mejorar la movilidad, un asunto que preocupa a la ciudad israelí. El equipo de i-ingenia se implicó al 100 % y analizamos la ciudad en cuanto a su estructura, topografía y lugares de interés. Después, sobre un modelo virtual en 3D planteamos diferentes actuaciones en varias zonas para conectar puntos clave de la ciudad.

¿Es su primera incursión a nivel internacional?

-Es la primera, pero esperamos que vengan muchas más detrás. La experiencia ha sido muy positiva y creemos que, como empresa vasca, hemos dejado un buen sabor de boca.

¿Trabajan también en el ámbito de la reforma y rehabilitación?

-Hemos desarrollado varios proyectos de reforma de edificios y rehabilitación, especialmente en cuanto al cumplimiento de criterios de eficiencia energética. Es importante que vayamos adaptando nuestros edificios a los actuales criterios de sostenibilidad y en este aspecto nos estamos implicando mucho.

¿Cuáles son los nuevos retos de i-ingenia?

-Nuestro sector requiere de una actualización y adaptación constante. Las nuevas tecnologías y formas de proyectar nos ofrecen herramientas muy potentes para mejorar la calidad de nuestro trabajo. Además, tenemos una responsabilidad importante en hacer nuestras ciudades más verdes, por lo que nuestro foco está puesto en estos aspectos, nuevas tecnologías y sostenibilidad.

¿Están implantando criterios de ecodiseño en la empresa?

-Estamos ahora inmersos en pleno proceso de implantación y está siendo todo un descubrimiento la gran cantidad de cosas que los arquitectos e ingenieros podemos hacer para aportar nuestro granito de arena.

¿En su sector es importante mantenerse a la vanguardia de la tecnología? ¿Cómo lo consiguen?

-Mantenerse a la vanguardia requiere de cierto esfuerzo extra por parte de las empresas, pero es una inversión importante que debemos hacer. En i-ingenia, por ejemplo, hemos empezado a trabajar con drones, colaborando con las labores de búsqueda que se están llevando a cabo en el vertedero de Zaldibar. Es una tecnología que nos está resultando muy útil en nuestro sector y quién sabe cuántas más herramientas podremos aplicar en el futuro. La idea fundamental es seguir trabajando para tener la oportunidad de implantarlas y que nos ayuden a mejorar día a día.