La Diputación renovará las juntas de dilatación de los carriles en sentido Donostia del puente de Rontegi, que presentan un estado de desgaste que suponen un gasto de mantenimiento de 30.000 euros anuales, y se tendrán que realizar cortes nocturnos de tráfico para ejecutar los trabajos en el último trimestre del año. Las piezas de la calzada hacia Bilbao fueron sustituidas a principios de 2019.

Las juntas de dilatación son elementos que se colocan entre diferentes piezas del puente para absorber los movimientos que se producen en él, desde variaciones de temperatura hasta el asentamiento del terreno de cimentación o el propio viento. El puente de Rontegi cuenta con juntas de dilatación de tipo peine en cada uno de sus extremos y calzadas -al tratarse de dos tableros diferentes-, conformados por 28 módulos cada uno, 112 en total. Pese a que estas juntas ya fueron sustituidas en la puesta al día a la que fue sometido al viaducto en 2010, las operaciones de reparación y sustitución de varios módulos ha supuesto, en los últimos tres años, un gasto medio de unos 30.000 euros, correspondientes a ocho módulos por año. Este gasto ha llevado al departamento de Desarrollo Territorial e Infraestructuras a estudiar una alternativa para sustituir de forma completa las juntas, de forma que se reduzcan las operaciones de mantenimiento y disminuyan los costes.

Las juntas de dilatación del tablero norte, por el que circulan los vehículos en dirección a Bilbao, ya fueron sustituidas en 2019. El siguiente paso es hacer lo mismo en la calzada sentido Donostia. Las obras se llevarán a cabo en el último trimestre del año, una vez concluido el verano, y se prolongarán durante nueve semanas. El coste de la intervención será de 922.893 euros.

En concreto, se sustituirán las actuales juntas de dilatación tipo peine por otras de neopreno armado, la más apropiada en base a criterios de seguridad, calidad de rodadura y sonoridad, durabilidad, estanquidad y seguridad.

Similar al de la Arena

Para ejecutar los trabajos se llevará a cabo un proceso similar al realizado en el puente de La Arena, colocando puentes o chapas que permitan limitar los cortes de tráfico al horario nocturno, reabriendo los carriles con normalidad a primera hora de la mañana. Dado que no es necesario realizar grandes demoliciones para retirar la junta existente, cabe la posibilidad de ejecutar los trabajos módulo a módulo, con cortes nocturnos de carriles. Sin embargo, el riesgo de que no se pueda completar la operación a lo largo de la noche es alto, con las consecuencias negativas que tendría sobre el tráfico al no poder reabrir los carriles por la mañana. Por todo ello se ha optado por colocar unas chapas o puentes que permiten abrir huecos de hasta 1,6 metros de ancho mientras se llevan a cabo los trabajos.

La primera acción será la colocación de estos puentes, que precisan de unos apoyos de resina y preparar sus anclajes. Una vez estén colocados, se retira el aglomerado y las juntas viejas, se colocan las nuevas, y se vuelve a fresar y colocar el aglomerado.

Para esta renovación será necesario cortar, como mínimo, dos de los cuatro carriles que tiene la calzada en sentido Donostia. En algunos casos, además, será necesario cerrar a la circulación toda la calzada, para lo cual se podría habilitar un baipás en la calzada contraria, de forma que no se interrumpa el tráfico en ningún momento.

Todas las modificaciones de tráfico serán avisadas con antelación y se recuperará la normalidad en la carretera para las 7.00 horas.

37 años. El puente de Rontegi fue construido entre 1977 y 1979, pero su inauguración se retrasó hasta mayo de 1983. Une ambas márgenes de la ría, entre Barakaldo y Erandio, a través de dos tableros de 655 y 635 metros de longitud.

Rehabilitación. El viaducto fue objeto de una rehabilitación entre 2010 y 2011, durante la cual fueron sustituidos los aparatos de apoyo, las barreras de contención y las juntas de dilatación. También fueron saneados los bordes del tablero.