Sumergirse en historias fantásticas, mundos de ciencia ficción, aventuras románticas o episodios de misterio y, en definitiva, en otros universos tejidos entre líneas a base de letras y talento literario ha sido siempre un placer otorgado por la lectura. Y ahora que sobra el tiempo libre en casa, con la salida restringida para evitar la propagación del covid-19 que nos acecha, lo es más que nunca. Surge así una buena forma de evadirse de las preocupaciones y la dureza de la situación por la vía cultural que hará más llevadera la permanencia en los hogares.

En suma, la literatura brinda a todos los públicos una valiosa posibilidad de entretenimiento. Esta oportunidad de pasar un buen rato leyendo, o si se prefiere viendo cine, se ha abierto a la ciudadanía en general gracias a la iniciativa del Departamento de Cultura y Política Lingüística del Gobierno vasco, que ha facilitado el acceso al servicio de eLiburutegia a quienes lo deseen durante el confinamiento.

Esta plataforma propone al lector contenidos digitales mediante Internet, bien en streaming, en ordenador o en dispositivos móviles. Además de ofrecer la posibilidad de ver cine y documentales on line. La página de inicio www.eliburutegia.euskadi.eus da entrada a una nube digital plagada de libros electrónicos y películas, que contribuirán a enriquecer el ocio e incluso el estudio en muchos casos, a voluntad y a la carta.

RÉCORD DE PRÉSTAMOS

A día de hoy, la citada decisión del Gobierno vasco de facilitar el trámite para hacerse usuario/a, unida a la restricción de movimiento, han impulsado el crecimiento de esta biblioteca digital. Así lo avalan las cifras de préstamos de libros a través de eLiburutegia, que se han multiplicado por cuatro desde el pasado 14 de marzo, cuando se decretó el estado de alarma, superándose los mil préstamos diarios durante varios días. Asimismo, esta biblioteca digital ha sumado 6.409 usuarios/ as en apenas tres semanas, hasta alcanzar los 46.779. Si bien el aumento del número de préstamos se hizo notar ya poco antes de declararse la emergencia sanitaria. Ante la situación de confinamiento y tras la interrupción de los servicios presenciales de las bibliotecas de Euskadi, el Departamento de Cultura y Política Lingüística habilitó el pasado 16 de abril, de manera temporal, la dirección electrónica liburutegi-zerbitzua@euskadi.eus con objeto de facilitar el trámite necesario para convertirse en usuario/ a y favorecer así que el conjunto de la ciudadanía vasca pueda acercarse a eLiburutegia.

A partir de ese momento, el número de préstamos en eLiburutegia ha experimentado un gran incremento que registró su récord histórico de préstamos en un solo día el pasado 18 de marzo, con un total de 1.217.

Actualmente, el número de préstamos diario se mantiene estable entre los 800 y los 1.200, muy por encima de los 190 a 260 préstamos diarios apuntados en febrero, antes del confinamiento.

EN CABEZA

En cuanto a peticiones de libros, encabezan las demandas estos días Loba Negra, de Juan Gómez Jurado; La Danza de los Tulipanes, de Ibon Martín; La cara norte del corazón, de Dolores Redondo; A Corazón Abierto, de Elvira Lindo; Fakirraren ahotsa, de Harkaitz Cano; Aitaren Etxea, de Karmele Jaio; y Afrikanerrak, de Eneko Barberena. En paralelo, durante estas semanas de confinamiento cabe destacar el llamativo aumento del préstamo de libros de literatura infantil y juvenil, así como el de libros de cocina.

Por su parte, el número de películas visualizadas a través de eLiburutegia también ha crecido de forma significativa. En concreto, en marzo se han visualizado 6.017 filmes, más del doble que durante el mes de febrero. Las películas más solicitudas han sido El orden divino, de Petra Biondina Volpe; The Party, de Sally Potter; y Alanis, de Anahí Berneri.

MÁS SOCIOS

Con todo, más de 700 personas han aprovechado la reclusión en su domicilio para hacerse socios/as de la Red de Lectura Pública de Euskadi y, en consecuencia, de eLiburutegia. Ellos se suman a la mitad de la población de la Comunidad Autónoma de Euskadi que es socia de la red de bibliotecas, con más de un millón de socios/as, Como confirman desde el citado servicio, las solicitudes para hacerse socio/a han superado algunos días la propia capacidad de respuesta de la Red de Lectura Pública de Euskadi, que en ocasiones ha visto ralentizada la tramitación de las peticiones. Esta Red, creada por el Servicio de Bibliotecas de la Dirección de Patrimonio Cultural del Gobierno vasco con el objetivo de reunir al conjunto de bibliotecas públicas de Euskadi y crear sinergias para mejorar los servicios, está formada principalmente por bibliotecas de titularidad municipal, si bien incluye otras de titularidad no municipal (Gobierno vasco, Archivo Histórico de Euskadi, HABE, Archivo Benedictino de Lazkao, Photomuseum de Zarautz, bibliotecas dependientes de la Diputación Foral de Álava...), según fuentes del Gobierno vasco.

ACCESO

Entrando en eliburutegia. euskadi.eus, las y los socios de alguna de las bibliotecas de la Red de Lectura Pública de Euskadi pueden acceder a 20.000 libros digitales disponibles en diferentes formatos y a un catálogo de más de 15.000 películas. Los libros se pueden leer a través de ordenador, tablet o eBook. Para acceder a esta biblioteca digital únicamente es necesario ser socio/a de la Red de Lectura Pública de Euskadi e introducir los mismos datos que se utilizan para acceder al resto de servicios de la biblioteca (número de socio/a y clave; datos que se reciben al hacerse socio/a).

Las y los usuarios de la Red de Lectura Pública de Euskadi que no cuenten con la clave de acceso a eLiburutegia pueden solicitarla en la citada dirección. Además, aquellas personas que no sean socias de ninguna de las bibliotecas de la Red de Lectura Pública de Euskadi tendrán la oportunidad de hacerse socias, obteniendo tanto el carnet de biblioteca como la clave de acceso a eLiburutegia. Una vez que se normalice la situación, quien desee conseguir la clave de acceso a eLiburutegia o hacerse socio/a de alguna biblioteca de la Red de Lectura Pública de Euskadi deberá hacerlo de manera presencial en las propias bibliotecas, como se venía haciendo hasta ahora.