Bilbao - Los vizcainos afrontan el futuro con optimismo. La mayoría de ellos cree que la situación económica mejorará o se mantendrá igual el próximo año, aunque crece también la incertidumbre: si el año pasado apenas el 11% de los ciudadanos consideraba que la evolución iría a peor, actualmente son ya casi el 30% los que afrontan el futuro con preocupación. En consecuencia, el desempleo y la situación económica siguen liderando las principales preocupaciones de los vizcainos, que en su mayoría considera que en Bizkaia se vive bien o muy bien.

Así se desprende del estudio Neurbi que elabora cada año la Diputación para tomar el pulso a la percepción de la ciudadanía sobre la situación económica, social y política, así como las tendencias en hábitos de vida y consumo. Para la institución foral, la fotografía que se extrae de esta encuesta es la de una sociedad "optimista pero no conformista. Si bien la economía y el empleo vuelven a ser mencionados como las principales preocupaciones ciudadanas y las que mayor incidencia tienen de manera personal, el clima general es de prudente optimismo".

El fomento de la actividad económica y el empleo siguen siendo las principales preocupaciones de los vizcainos. Casi la mitad de los encuestados la citan como uno de los problemas más relevantes del territorio histórico. Le siguen los problemas relacionados con el empleo y la delincuencia y la inseguridad ciudadana. La inmigración, que el año pasado aparecía en segundo lugar, cae hasta el noveno puesto.

Y es que, pese a que casi la mitad de los ciudadanos creen que la economía se mantendrá igual el próximo año, y un 24% que mejorará, crece el porcentaje de personas que augura tiempos más difíciles a lo largo de 2020. Si el año pasado por estas fechas apenas el 11,4% de los vizcainos temía que la economía iba a ir a peor, ahora el pesimismo se ha apoderado del 29% de ellos. Los hombres son más pesimistas que las mujeres -un 32%, frente al 26% de ellas-, y también lo son los que tienen entre 45 y 54 años -un 33%-, mientras que curiosamente son los más jóvenes, de entre 18 y 24 años, los más optimistas, ya que solo un 23% cree que la situación económica empeorará en los próximos meses. La confianza en la evolución del empleo es similar: tres de cada diez encuestados cree que el paro y la precariedad labora crecerá.

Como consecuencia de ello, los vizcainos consideran que deben ser la lucha contra el desempleo y la precariedad laboral los ejes de actuación que debe priorizar la Diputación -así lo considera el 53%-, muy por encima de la protección social -el 24%-y muy ligado al impulso de la economía, que se queda en el 15%. La seguridad, la atención a las necesidades de la ciudadanía y de la juventud completan las áreas de actuación que deben ser priorizadas.

Y sin embargo, entre los colectivos que consideran que la Diputación debería proteger, los parados se sitúan en cuarto lugar, por debajo de las familias con personas con discapacidad a su cargo, las personas mayores y las familias con mayores dependientes a su cargo.

Satisfechos hoy en día Todo ello, pese a que más de la mitad de los ciudadanos cree que la situación económica de Bizkaia en estos momentos es buena o bastante buena, y únicamente el 6% considera que es mala. A la hora de valorarla del 1 al 10, la nota media que le ponen es de un 6,6 y para el empleo, un 5,9. Para la mayoría de los vizcainos, en el territorio se vive muy o bastante bien, con una nota media de 7,8. Solo el 1% cree que la calidad de vida es mala.

La valoración de la situación política en Bizkaia también en positiva para más de la mitad de los encuestados, mientras que el 36% tiene una percepción regular y un 6%, mala o muy mala. La cifra apenas varía si se pregunta por la situación en Euskadi pero da un giro de 180 grados al referirse a la política estatal: predominan las percepciones negativas y hasta un 40% considera que la situación es mala, un 27% muy mala y un 31% regular.

En cuanto al Gobierno foral surgido de las últimas elecciones, la encuesta concluye que la ciudadanía conoce el nuevo Ejecutivo y el grado de confianza se sitúa en un 6,1 sobre 10. De hecho, la gestión de la institución foral merece una valoración media de 6,3 puntos. El diputado general, Unai Rementeria, es conocido por el 64% de los ciudadanos del territorio, que valoran su labor y gestión con un 6,4 puntos sobre diez.