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Van Morrison encandila al auditorio del Euskalduna en un memorable concierto

Van Morrison encandila al auditorio del Euskalduna en un memorable concierto

EL periodista Greil Marcus, una de las voces más autorizadas de la cultura estadounidense,comentó que “ningún hombre blanco canta como Van Morrison” en un elogio al hijo del electricista de astillero naval George Morrison que creció escuchando la estupenda colección de discos de su padre - “la mejor del Ulster”, se llegó a decir...- y que bebió de las fuentes de Ray Charles o Solomon Burke entre otros, dos de sus clásicos predilectos. “Si no fuese por tíos con Ray o Solomon no podría hacer lo que hoy hago”, ha repetido en más de una ocasión el León de Belfast que ayer apareció sobre el escenario del Palacio Euskalduna rodeado de una todopoderosa banda, saxofón en ristre (su primer tema fue acústico y enganchó a los presentes de saque y volea pese al retintín de los exteriores. “Es capaz de irse a las primeras de cambio”, bromeaban algunos que, sin embargo, no las tenían todas consigo...) y con su iconografía clásica: un sombrero y el instrumento en la mano.

La leyenda del músico no se ha esfumado en la gira mundial en la que ahora se encuentra inmerso. Hay quien le admira con pasión -solo así se entiende el entradón con entradas al pelo de 210 euros las más cara, medalla de plata en el propio palacio Euskalduna tras los 300 del ala que pidió Julio Iglesias...- y quien le aborrece. Es el sino de los que llegan a tan altas cotas.

entregados Entre los presentes, claro está. No había un solo detractor. Fito Cabrales, por ejemplo, decía “llámame Van” al fotografiarse junto a Almu González y Txema Sahelices. Virginia Berasategi acudió al concierto enfundada en chupa de cuero negro y con mucha ilusión. Juan Carlos Madariaga tarareaba alguna de sus canciones y Gloria Marín, su compañera, acudía por amor. “Apenas le he escuchado, pero a él le gusta tanto...” A la cita tampoco faltaron el presidente del Athletic, Josu Urrutia, quien acudió acompañado por Cuco Ziganda; Gorka Arrinda, quien le ha seguido y calificó el concierto como “mítico”, Rafael Orbegozo, uno de los hombres fuertes de Iberdrola; Javier Aldazabal, secretario de la junta directiva del Athletic, la viceconsejera Itziar Epalza, junto a su hija, Aitana Portero; Eduardo Maiz, Blanca Pardo, Ricardo Campuzano, Santos Uriarte, Saioa Bengoetxea, Víctor Martín, Sergio Ruiz, Onetxu Álvarez, Diego García, Miguel Ángel Díaz, Unai Hernáez, Oihane Llano, Jon Ander Beaskoetxea, Javier Agirre, Dani Izagirre, Xabier Alonso -nada que ver...-y Jon Ortuzar entre otros cientos.

El concierto fue mayúsculo, con todo el auditorio puesto en pie. En los postres, cada integrante fue marcándose un solo extraordinario mientras Van Morrison dejaba la escena. ¿Volvió? No. Tomó el ascensor. “Quiero dormir en casa”, dijo, rumbo a su Irlanda natal.