Prego aumenta de 10 a 15 los directivos en el metro
Una nueva remodelación implicará el aumento de diez a quince del número de directivos del equipo de Iñaki Prego El cambio defenestra a cuatro de sus miembros históricos, que quedan sin poder decisorio
Bilbao. La dirección de Metro Bilbao vuelve a engordar. El próximo jueves, el equipo dirigido por el consejero delegado, Iñaki Prego, y el presidente de la entidad, el exconcejal socialista de Bilbao Txema Oleaga, comunicará de forma oficial a los afectados y a la parte social de la empresa los cambios que van a efectuar en su estructura orgánica.
Una evolución a más que implica la defenestración de algunos responsables con capacidad de decisión, históricos en la empresa, y la ascensión de otros empleados llegados en la última etapa de dirección socialista, algunos de los cuales incluso tan solo llevan medio año en la casa.
Según ha podido saber DEIA, estos cambios van a implicar el aumento de diez a quince el número de directivos que se encuentran fuera de convenio, algo que ha sido recibido por los sindicatos con muchas críticas, aún a pesar de que todavía no se ha oficializado la remodelación.
Los cambios suponen la rebaja en sus funciones, que no en su categoría ni en su nómina, de cuatro directores, incluido Pedro Zulueta, del que ya adelantó este periódico el pasado jueves su relevo como director de Recursos Humanos, y su pase a una labor sin definir en el equipo de Desarrollo Corporativo, una dirección nueva de poco calado.
Los otros tres directores relegados son José Etxeandia, que seguirá como responsable de Administración y Medios, pero sin poder ejecutivo; Rosa Fernández Villa, hasta ahora directora de Operaciones y que cambia su labor al pasar a la dirección de Asesoría Jurídica, y finalmente, Susana Palomino, la responsable máxima de Marketing y Comunicación que, curiosamente fue ascendida por Prego, y que a partir de ahora tendrá que rendir cuentas a Nieves Pérez Miñana. Esta ejecutiva que llegó de Barcelona con el consejero delegado sale potenciada en la remodelación, ya que ahora dependerá de ella no solo la Planificación y Gestión como hasta ahora, también el área de Administración y Medios, además de Marketing y Comunicación.
Intenciones Detrás de esta reestructuración subyacen dos intenciones. Por una parte, la intención de los responsables socialistas de quitar poder ejecutivo a los cuatro directores que a partir de esta semana tendrán que acudir a su jefe superior para que le avalen cualquier iniciativa. Con ello se consigue que, durante los próximos meses, las decisiones importantes en el suburbano sean aprobadas solo por los cuatro directores de primer rango. A nadie se le escapa que hay elecciones al Parlamento Vasco en poco más de un mes y que es posible que la actual dirección no continúe en sus puestos en un hipotético cambio de inquilino en Ajuria Enea. Con esta decisión, Iñaki Prego y su guardia pretoriana se evita tener que convivir durante varios meses -el cambio de responsables en el metro se producirá a primeros del año próximo- con varios ejecutivos históricos en el suburbano que podrían cuestionarles, por ejemplo, la elaboración de los próximos presupuestos o la firma de nuevos contratos.
Por otro lado, la creación de cinco nuevos puestos directivos fuera de convenio -aún está por determinar si se denominarán gerencias o subdirecciones- sirve para, en cierta manera, premiar a empleados que han apoyado al staff directivo durante esta última polémica etapa del metro de Bilbao.
Es el caso de Javier Seoane, abogado que entró en la empresa hace poco más de seis meses con un contrato de relevo, y que será nombrado nuevo responsable bajo la batuta de Carmen Saratxu, la directora de la Asesoría Jurídica y Auditoría.
El nuevo organigrama que se recoge arriba está prácticamente cerrado, según han indicado fuentes del sindicato LAB, que ha confirmado con varios de los propios interesados la reestructuración. Esta central ha criticado con dureza "el nuevo aumento de directivos y las futuras consecuencias que tendrá cuando vengan otros nuevos gestores".
Por su parte, el presidente del comité de empresa y sindicalista de ELA, Egoitz Laka, esperaba a la oficialización de los cambios para valorarlos aunque de forma personal opinaba que "si se confirman es una forma de actuar con la que no sabemos dónde vamos a llegar, ya que con más jefes a los que hay que pagar más va a quedar menos pastel para el resto de la empresa".