El álbum Lux de Rosalía, donde la artista aparece vestida de monja, también ha despertado su atención y, pese a que no escucha mucha música, disfruta con la canción de Reliquia. “Traer la fe al arte, sin imponerla, es bienvenido. Las nuevas generaciones reinterpretan la religión a su manera. Me gusta que se hable de fe en público sin vergüenza. Cada generación tiene que encontrar su propia manera de vivir la fe y expresarla. Me interesa que los jóvenes vean que la fe no es algo lejano ni extraño, sino una manera de vivir en plenitud, al margen de que sean creyentes o no, deben tener mundo interior”.
A ritmo de Rosalía
Al despedirnos, Sor Alize vuelve a hablar de lo que sostiene su vida: la coherencia con lo que uno cree. “Nuestra manera de vivir es una ofrenda de libertad. Mi libertad está regulada, pero me siento muy libre”, comenta con tranquilidad. Recuerda la ola de negatividad que, en su opinión, rodeaba a la religión años atrás. “Durante mucho tiempo, a partir de los 80, se ridiculizó la fe y se atacaba con facilidad. Hoy veo respeto, una sociedad más abierta y tolerante. Creer o no creer da igual; cada uno decide. Lo que está claro es que la tecnología y la superficialidad nos ha hecho dar un paso atrás y volver a nuestro lugar”, expone.
A la salida, los pasillos permanecen tranquilos, las aulas vacías, y Sor Alize continúa con su rutina, entre clases, rezos que marcan su día a día. No hay grandes finales, solo la sensación de haber presenciado un estilo de vida diferente.