Serenidad y aplomo: el pleno según Areso
Ibon Areso hizo gala de una elegante y medida pausa, sin muchas intervenciones, en su primer pleno como alcalde
CON paso firme, pero sin perder esa seriedad educada de la que hace gala en todos los actos públicos. Al lado de Ibone Bengoetxea, Andoni Aldekoa y José Luis Sabas, dos minutos antes de que dieran las 9.00 horas, Ibon Areso entró a la sala capitular del Ayuntamiento. A pesar de que lleva un año cumpliendo en muchas ocasiones la función de alcalde y ya es todo un veterano en dirigir plenos, la de ayer fue la primera vez en que los 29 concejales se dirigieron a Areso con un "eskerrik asko, alkate".
Siguiendo la misma tónica que en anteriores plenos y manteniendo una tranquilidad y serenidad más controlada que cuando defendía temas que incumbían directamente al área que dirigía, Ibon Areso aguantó las seis horas y media de pleno con sobriedad y pausa, muy cómplice con la portavoz del PNV, Ibone Bengoetxea, sentada a su derecha, y el segundo teniente de alcalde, José Luis Sabas, a su izquierda.
Areso solo tomó la palabra para controlar amablemente los turnos -"cíñase al orden del día", repitió en varias ocasiones- y para realizar puntualizaciones acerca de diversos temas tratados durante la sesión. "Iberdrola se podía haber ido de Bilbao y se ha quedado. Que quede constancia. A votar", subrayó el alcalde, quien también hizo una petición mientras se debatía la gestión de Bilbao Kirolak: "Pediría a mi grupo y al PP que el debate estuviese centrado en la gestión y fuese menos apasionado en el plano personal". En su última intervención, Ibon Areso quiso dejar claro que "voy a fijar mi postura, que no será para muy a largo plazo pero sí al menos para los próximos catorce meses. No se va a poner ninguna bandera en el Arriaga, habrá que buscar actos culturales para mostrar la solidaridad con Palestina". Sin sobresaltos y con temática variada. Así vivió Ibon Areso su primer pleno desde que recibiera la makila de mando.