El Ayuntamiento no permitirá abrir pubs y discotecas en bajos residenciales de Bilbao
Urbanismo elabora un proyecto de reforma de las normas urbanísticas del Plan General Urbano
BILBAO. El Ayuntamiento de Bilbao no permitirá la apertura de pubs y discotecas en bajos residenciales para evitar conflictos de convivencia. El objetivo es "conciliar el derecho al descanso de los vecinos con la existencia de alternativas de ocio nocturno", justificó el concejal de Urbanismo, Ibon Areso.
La primera comparecencia de Areso tras sustituir a Ricardo Barkala al frente de Urbanismo abordó uno de los asuntos de convivencia vecinal que más preocupa al Ayuntamiento. No es la primera vez que vecinos de una u otra zona protestan por los ruidos que ocasiona un local o los clientes del mismo. En la otra cara de la moneda están los hosteleros que luchan por "sacar adelante un servicio público de la ciudad", como señala Patxi Rentería, uno de los hosteleros de ocio nocturno de Bilbao. Además, en la raíz está la injusticia de que "por unos pocos pagan todos". El asunto no es nuevo, y aunque los conflictos se han resuelto a medida que surgían, el Ayuntamiento llevaba tiempo pensando en modificar el Plan General de Ordenación Urbana y sentar las bases urbanísticas que impidan nuevos conatos de polémica vecinal por este asunto. El alcalde, Iñaki Azkuna, ya anunció su intención de evitar la apertura de discotecas en edificios donde hay viviendas y ahora la reforma inicia su tramitación.
El asunto fue tratado en la reunión anual que celebró el Consejo Asesor de Planeamiento Municipal del Ayuntamiento de Bilbao el pasado martes. En el mismo, entre otros asuntos, se abordó un proyecto de reforma de las normas urbanísticas del PGOU, que consiste en la modificación de dos artículos para no permitir la implantación de actividades relativas a pubs y discotecas como uso complementario en edificios residenciales, de alojamiento o en residencias comunitarias.
Situación tolerada Las modificaciones, según explicó Areso, no afectarán a aquellos pubs y discotecas situados en edificios de viviendas en la actualidad, ya que quedarían sujetos al régimen de "situación tolerada".
Sin embargo, la intención del Ayuntamiento es "compensar" a aquellos locales que en la actualidad sí están situados en edificios de viviendas o residenciales -tras la aprobación de este cambio quedarían en régimen de situación tolerada- que voluntariamente decidan trasladarse a edificios o zonas no residenciales, permitiéndole ampliar la superficie del local y eliminando en su caso la restricción de distancia mínima entre pubs y discotecas, que con las modificaciones en la Ordenanza de Hostelería, también presentadas ayer, serían de 200 metros entre unos y otros en todos los supuestos.
En la reforma que plantea el Ayuntamiento de Bilbao subyace, según adelantó el propio concejal, la intención de adelantarse a problemas que pudieran surgir en un futuro, en el caso de que hubiera nuevas peticiones para la apertura de discotecas en edificios de viviendas. Además, las directrices europeas son flexibles con todo lo que suponga la promoción de una actividad económica, por lo que no se descarta en un futuro que la Comunidad Europea elimine las restricciones con respecto a las distancias que deben guardar estos establecimientos. El concejal de Urbanismo admitió que la única salida que va a tener el Ayuntamiento para poder marcar unas pautas en estos asuntos va a estar relacionada con el Medio Ambiente y las molestias que pueda generar el ruido, para lo que será necesario elaborar un mapa del ruido de la ciudad.
De hecho, la nueva ordenanza contemplará la posibilidad de establecer restricciones a la implantación de nuevas actividades en las zonas en que, de conformidad con la legislación medioambiental, pudieran delimitarse zonas saturadas de ruido. "En estos momentos no tenemos ninguna petición para abrir ni pubs ni discotecas, pero no podemos esperar a que surja el problema para buscar la solución", razonó Areso. Además, los desencuentros entre los vecinos de Bilbao y el ocio nocturno no son ajenos al Consistorio.
La presentación ante el Consejo Asesor de Planeamiento Municipal supone el primer paso en la tramitación de esta reforma, que deberá someterse a dictamen ante el mismo órgano y pasar por la aprobación de la Junta de Gobierno municipal, así como por un período de información pública y por la definitiva aprobación en el pleno de la villa, antes de su implantación. Cumplidos estos plazos es de esperar es que las modificaciones entren en vigor pasado el verano.
Una de las principales funciones del Consejo Asesor es garantizar la participación vecinal efectiva en materia urbanística, mediante el asesoramiento y la emisión de informes sobre cualquier iniciativa en materia de planeamiento general municipal.
Este órgano cuenta con la participación de distintas asociaciones vecinales y entidades vinculadas a la protección del medio ambiente y el urbanismo.