BILBAO. Los conciertos de Aste Nagusia en Botica Vieja, uno de los platos fuertes de la programación de fiestas, cambian este año de ubicación. Tras varios estudios y consideraciones para buscar un entorno cercano y con posibilidades parecidas a este gran espacio donde se celebraban hasta ahora, se ha decidido trasladarlos a la explanada del Museo Marítimo. La concejal de Fiestas, Itziar Urtasun, desveló ayer esta incógnita que estaba en boca de este público de conciertos, desde que el IMQ llegara a Zorrotzaurre para construir lo que ya es hoy el mayor hospital privado de Euskadi. Aunque el alcalde, Iñaki Azkuna, apuntó la posibilidad de que se celebraran en el Bilbao Arena de Miribilla, la idea no ha prosperado, al menos para esta edición de Aste Nagusia.

Bilbao es una ciudad cambiante, moderna y en continua evolución, y para muestra un botón. El tranvía ya obligó a tener en consideración sus raíles a la hora de configurar algunos espacios festivos, la nueva urbanización de la plaza del Gas obligó a los conciertos a trasladarse a Botica Vieja y ahora el nuevo hospital privado ha puesto sobre la mesa de fiestas la necesidad de buscar un nuevo escenario para estos conciertos. Urtasun señaló ayer que se han realizado múltiples estudios y se han tenido en cuenta muchas valoraciones tanto desde el punto de vista de la seguridad como de los servicios. Finalmente, la explanada del Museo Marítimo se ha considerado el lugar más adecuado. "Tenemos que ser conscientes de la falta de espacios amplios en Bilbao, por lo que creemos que esta es la alternativa más acertada".

seguridad en la zona La explanada del Museo Marítimo cuenta con la ventaja de que se encuentra en el mismo entorno de Botica Vieja y ello permite respetar los ocho espacios de conciertos que ofrece Aste Nagusia con estilos diferentes. Además, está bien comunicada y es un espacio al aire libre. Precisamente, el motivo por el que no ha prosperado la idea de celebrar los conciertos en el Bilbao Arena es el hecho de que es un espacio cerrado y no concuerda con la filosofía de fiestas al aire libre.

Pero, sin embargo, el Museo Marítimo es un espacio más pequeño y eso condiciona el tipo de conciertos que se podrán programar en un futuro. "Por ejemplo, un Melendi no podía actuar en este espacio porque en Botica Vieja estuvo a rebosar", reconoció la concejal de Fiestas.

La superficie, que cuenta con 6.039,54 metros cuadrados y capacidad para entre 6.000 y 8.000 personas con visibilidad excelente, acogerá conciertos de un máximo de dos horas. "No tienen por qué bajar la calidad, pero tienen que ser otro formato de conciertos", apuntó Urtasun. De todas formas, la concejal entiende que, en estos momentos de crisis, "tampoco se trata de que nosotros vayamos a ir haciendo contrataciones exageradas".

El recinto contará con dos pantallas gigantes que posibilitarán poder seguir los conciertos en la misma explanada y a lo largo del muelle de Olabeaga. También se podrán disfrutar desde las embarcaciones de la ría, proporcionando una nueva forma de vivir la música en Bilbao. El muelle Ramón de la Sota, sin embargo, estará cortado a la altura de La Carola para proteger debidamente la histórica grúa, pero también para garantizar la seguridad de los asistentes.

vallas altas Tomás del Hierro, concejal de Seguridad Ciudadana, señaló que se han analizado los pros y contras de este espacio y se pondrán todas las medidas de seguridad para garantizar la zona. En este sentido, adelantó que se colocarán vallas altas en todo el lateral para proteger el acceso y evitar que ningún espectador caiga a la ría.

El público podrá acceder a la zona de conciertos a través de las escaleras del muelle de Olabeaga, desde el propio muelle y desde el paseo Abandoibarra. Además, según la concejal, se trata de un espacio de fácil acceso desde el resto de zonas de la ciudad. "Está bien comunicada con el tranvía y es un paseo agradable después de los fuegos".

Otro de los aspectos que se han tenido en cuenta para decidirse por esta nueva ubicación es que esta zona permite una afectación de sonido mínima y la posibilidad de crear un nuevo concepto de conciertos más intimistas, según apuntó Urtasun. Con todos estos ingredientes, la edil ya tiene sobre la mesa algunos grupos previstos, que no quiso desvelar hasta cerrar los contratos.