L Surne Bilbao Basket puso ayer el colofón a la temporada con una victoria que refrenda su excelente rendimiento en casa. Aún quedan cuatro partidos por jugar, pero el resultado de ayer supone, ahora sí, la salvación matemática, a salvo incluso de carambolas imposibles, y permite jugar ese puñado de encuentros con alguna aspiración más alta, como puede ser tratar de llegar a un puesto europeo ya que el play-off sigue quedando lejos y parece inalcanzable, incluso con un pleno de triunfos de aquí al final.

Los hombres de negro lograron una victoria de mucho mérito después de sacar, con el apoyo de Miribilla, su mejor versión defensiva en un momento en que parecía que el partido se escapaba. El Bilbao Basket logró dejar al UCAM Murcia diez puntos por debajo de su media habitual y durante muchos minutos supo entender muy bien lo que precisaba el partido. Hubo otro tramo en el que no, justo después de colocarse doce puntos por arriba en el tercer cuarto. En ese momento, Álex Mumbrú movió el quinteto en cancha y la ausencia de Goudelock dejó al equipo sin el jugador que estaba atrayendo mucha atención de la defensa y generando ventajas para sus compañeros.

El conjunto visitante estaba urgido por el paso de los minutos, tenía ya cuatro faltas, pero aún así elevó su intensidad defensiva y el uso de manos y el Bilbao Basket dejó de ser duro con el balón y perdió muchas oportunidades de anotar sin sacar tiros libres. Hubo algunos lanzamientos en transición que son habituales, pero no hicieron daño al Murcia, que tras rebote pudo encontrar el campo abierto para su verticalidad y abrió una brecha peligrosa con una racha de cuatro triples en cinco minutos. Además, con cinco puntos de Webb III, que sufrió mucho ante Inglis, pero mucho menos ante Masiulis, se colocó nueve puntos arriba.

Sin embargo, el Bilbao Basket recuperó la compostura, no bajó los brazos aunque en teoría era el que menos se jugaba. Pese a ceder en la lucha por el rebote al tener tres pequeños en cancha por la lesión de Walker, consiguió parar la producción ofensiva de los pimentoneros con mucho esfuerzo colectivo en todas las zonas y el regreso de Goudelock recolocó las piezas en ataque. No era posible con todos, pero los hombres de negro lograron reducir los porcentajes de McFadden y Taylor, dos pistoleros muy peligrosos, y en la última jugada los de Davis, que falló dos tiros perfectamente punteados. Al final, el Bilbao Basket arrancó la victoria de manos murcianas, como arrancó Delgado el balón de las manos de Rojas tras errar sus propios tiros libres y conceder una posesión añadida a su equipo que terminó por ser decisiva.

sucesos inesperados

Fue un partido que dejó algunos sucesos extraordinarios como que el Bilbao Basket ganara pese a ceder 20 rebotes en su canasta y lanzar 16 tiros menos; como que Lima acabara con 7 de 10 en tiros libres, pese a que promediaba hasta ayer menos de un 40%; o como Withey anotara tres triples en cuatro lanzamientos cuando hasta ayer había metido uno de otros tantos intentos, la mayoría fuera de guion. Los de ayer eran necesarios para castigar la defensa del UCAM Murcia, que normalmente hunde mucho a su cinco en el bloqueo directo para vigilar la zona. Esos aciertos inesperados del pívot de San Diego ayudaron a desequilibrar la balanza en un partido menos tenso de lo que se había anunciado.

Total, que el Surne Bilbao Basket, que ha vuelto a recuperar la fiabilidad en casa cuando la clasificación podía apretarle, ya tiene lo que buscaba desde el inicio de la temporada, una situación que casi nadie esperaba después de aquel inquietante 0-5 que abrió el curso. Desde entonces, su balance es de equipo de play-off y es que otra vez más se demuestra que lo importante no es cómo empieza la liga, sino cómo acaba.

Surne Bilbao Basket

Bitci Baskonia