A ACB maneja ahora mismo dos clasificaciones paralelas. Una es la que cuenta los partidos jugados hasta la fecha, cuando ya se ha disputado media jornada de la segunda vuelta. Otra es la que dispone a los equipos según los duelos que valen para la clasificación que se van salpicando por el calendario. En ambas tablas, el Surne Bilbao Basket ocupa la misma posición, la decimosegunda, en una clara muestra de la mejoría del equipo en las últimas semanas. Las cuatro victorias consecutivas suponen su segunda mejor racha desde que regresó a la Liga Endesa y han elevado su cuenta a siete, que en la pasada campaña no consiguió hasta finales de marzo. Los hombres de negro se ubican tras dieciséis partidos a la misma distancia de los puestos de descenso que del tercer clasificado, con lo que la proclamada igualdad de la competición es esta campaña más real que nunca.

En Santiago el Bilbao Basket rompió también la sucesión de derrotas fuera de casa. Eran siete, aunque tampoco era nada extraño ya que esos siete partidos habían sido contra rivales que están entre los nueve primeros y luchando por la Copa. En realidad, el único tropiezo grave fue la abultada derrota en Miribilla contra el Zaragoza en la segunda jornada, cuando el equipo era apenas un proyecto. Era la visita al Obradoiro la más propicia, en teoría, y el equipo de Álex Mumbrú la aprovechó para seguir pescando en el río revuelto que ha provocado el covid. El siguiente partido de los bilbainos será en la cancha del Real Betis, que no ha competido desde que ganó en Burgos el 28 de diciembre, y puede ser otra buena oportunidad de dar un salto mayor hacia la permanencia. Porque la otra cara de este calendario es que esos mismos rivales de la parte media alta deberán visitar Miribilla en la segunda vuelta en la que todos los equipos afinan sus objetivos.

En estos momentos, todo está muy abierto y, por eso, nadie quiere quedarse atrás y casi todos buscan en el mercado cómo mejorar sus plantillas. Es evidente que con las nuevas incorporaciones el Bilbao Basket ha encontrado ese equilibrio necesario para afrontar los partidos. Cuando el club confirme la llegada de David Walker, serán cuatro los fichajes realizados con la temporada en marcha, casi tantos como los abordados en el angustiante curso pasado que se salvó in extremis. El de Khyri Thomas resultó un visto y no visto, aunque su salida estando lesionado lleva a pensar que su estancia en Bilbao tampoco habría sido muy larga en otras circunstancias. Resulta destacable la aportación de Damien Inglis, que está confirmando su condición de jugador completo y está promediando 9 puntos, 5,2 rebotes y 2,2 asistencias en apenas medio partido.

fichajes por todas partes

Puede discutirse sobre la necesidad o oportunidad del fichaje de Walker, dado que el equipo ha encontrado un buen funcionamiento coral, pero también en esto hay que aprovechar las oportunidades porque si no, lo harán otros. Apenas cuatro conjuntos de la Liga Endesa no han movido piezas, pero hay otros que lo han hecho en mayor medida que el Bilbao Basket y otros que quizás lo harán en el futuro. Por ejemplo, los dos últimos clasificados han cambiado ya a sus entrenadores, el Burgos dos veces, y han cambiado la cara a sus plantillas. El Betis ha fichado cuatro jugadores (Cvetkovic, Báez, Leslie y Pasecniks) y los castellanos, tres (Dalton, Gamble y Nnoko) sin que, de momento, hayan salido del apuro.

El Zaragoza, otro de los equipos a los que ya ha superado el Bilbao Basket, ha realizado dos fichajes y seguramente hará más. El deporte no es ciencia exacta, pero al menos Mumbrú y sus ayudantes han conseguido encajar las piezas y hacer buenos los cambios. Ahora se trata de dar continuidad a esta racha, al menos hasta que el calendario obligue a parar en febrero.