BILBAO BASKET: Withey (5), Luz (0), Bigote (11), Hakanson (13), Galán (0) -cinco inicial- Goudelock (8), Rousselle (10), Reyes (9), Miniotas (10), Delgado (10).

CASADEMONT ZARAGOZA: Okoye (9), McLean (11), Van Wijn (11), Cook (2), García (5) -cinco inicial- Mobley (15), Radoncic (2), Vilá (0), Font (12), Hlinason (8), San Miguel (2).

Parciales: 14-18, 30-35 (descanso), 45-60, 69-69 (final) y 76-77.

Árbitros: García González, Manuel y Sánchez Mohedas. Sin eliminados.

El Bilbao Basket mostró dos caras en su amistoso de ayer en Sarriguren ante el Casademont Zaragoza hasta llegar a una derrota por la mínima en la prórroga. Durante muchos minutos, los hombres de negro cometieron errores gruesos en los dos lados del campo, pero mostraron espíritu competitivo para agarrarse al partido, sobre todo apoyados en el acierto exterior, y jugaron sus mejores minutos en el último cuarto para recuperarse de una desventaja de 18 puntos y estar a punto de ganar. Un parcial de 8-0 capitalizado por Rousselle dejó el marcador igualado a 68 a dos minutos del final y en ese tramo final, primero Mobley solo sumó un tiro libre y tampoco Delgado pudo dar ventaja a los suyos. El Zaragoza falló el último ataque y en la prórroga, Okoye anotó un triple complicado y el Bilbao Basket no pudo aprovechar los últimos 16 segundos para lograr la canasta de la victoria.

En la balanza, hay que poner cosas negativas y positivas casi por igual. Después de unos minutos iniciales de tanteo, los de Álex Mumbrú se vinieron abajo con las primeras rotaciones. El equipo se mostraba blando cerca del aro y, sobre todo, dejaba demasiado sueltos a los exteriores maños. Entre Mobley y Font salieron del banquillo para construir un parcial de 2-17 que enfadó bastante al técnico. El Bilbao Basket, pese a los problemas para generar juego tras salvar la primera línea de la defensa del equipo de Jaume Ponsarnau, reaccionó con un parcial de 14-2 gracias a cuatro triples seguidos, dos de ellos de Reyes, un jugador al que se necesita en su mayor nivel de confianza.

El marcador se equilibró antes del descanso, pero en la segunda mitad el Zaragoza volvió a dejar sensación de dominio ante un equipo que no encontraba la manera de atacar con fluidez y volvía a hacer algunas concesiones defensivas. Un triple de Mobley puso el 45-63 al inicio del último cuarto y el Bilbao Basket tuvo una segunda reacción. Dos triples de Miniotas lanzaron un parcial de 14-0 completado por un 3+1 de un Goudelock que aún está lejos de su mejor versión y apenas tuvo presencia en ataque. A los dos equipos les costaba producir en este momento, con las piernas ya al límite, hasta esa valiente aparición de Rousselle para provocar un final incierto que siempre se agradece en pretemporada para probar distintas cuestiones. Cayó cruz, pero entre lo positivo también estuvo que, pese a la irregularidad, siete jugadores anotaron ocho puntos o más. De todas formas, tampoco convenía enseñar demasiadas cartas porque los dos equipos se enfrentarán en la segunda jornada de la Liga Endesa.

En su análisis del partido, Mumbrú reconoció que "en la primera parte hemos regalado quince o dieciséis minutos de juego, pero a partir de ahí hemos mejorado y hemos competido bastante mejor". Lógicamente, el amistoso se da por bien empleado ya que "tenemos que seguir creciendo. Aún estamos cometiendo errores que no podemos cometer y a ver si los corregimos cuanto antes".

Euskal Kopa FEMENINA

El Lointek Gernika necesita ganar hoy en Landako (18.00 horas) al IDK Euskotren para repetir título en la Euskal Kopa. Las donostiarras vencieron ayer por 65-51 al Araski y eso les da una ligera ventaja en un posible triple empate. El equipo de Azu Muguruza también ha cambiado mucho este verano y entre sus fichajes está Laura Cornelius, que la pasada temporada fue la base titular del conjunto gernikarra.