El Bilbao Basket cerró ayer lunes la incorporación de Leonardo Totè, pívot italiano de 23 años y 2,11 metros de altura que llega en calidad de cedido desde la Fortitudo Bolonia hasta final de temporada para paliar los problemas que el brote de covid-19 ha provocado en su juego interior. Ondrej Balvin, Arnoldas Kulboka y Regimantas Miniotas no se han podido incorporar al trabajo al mismo tiempo que sus compañeros y el conjunto vizcaino necesitaba de manera urgente efectivos de cara al maratón de cinco partidos en doce días en busca de la permanencia en la Liga Endesa que arrancará mañana miércoles ante el Herbalife Gran Canaria.

Totè, internacional en categorías inferiores con Italia y seleccionado recientemente para las ventanas FIBA de clasificación para el Eurobasket 2022, aunque no llegó a debutar, es un jugador zurdo que hasta el momento no ha sido capaz de consolidar un lanzamiento efectivo desde las distancias intermedias y largas, por lo que su radio de acción se concentra en las cercanías del aro. Tiene movimientos efectivos jugando al poste, aprovecha su movilidad en las continuaciones tras bloqueo y aunque en ocasiones es heterodoxo en las finalizaciones se las arregla para sumar puntos. Eso sí, jugando de cara tiene más problemas. Su acierto desde la línea de 6,75 es pobre (21,9% este curso) y sufre también con los tiros libres (53%). En defensa tiene cuerpo y salto para hacerse notar. En la Serie A ha promediado este ejercicio 8,6 puntos y 3,8 rebotes en 19 minutos de juego, mientras que en la Basketball Champions League, competición en la que se midió al Bilbao Basket en la fase de grupos, sus números se quedaron en 6,8 puntos y 4 rebotes. En el duelo contra los hombres de negro disputado en tierras italianas pasó desapercibido (4 puntos en diez minutos), pero en el Bilbao Arena fue el mejor de los suyos en la aplastante victoria bilbaina por 82-54, aportando 14 puntos y 11 rebotes.

El italiano, cuya llegada a Bilbao se espera para hoy martes, se formó en las categorías inferiores de la Scaligera Verona y fue captado por el Reyer Venecia a los 16 años. Tras un puñado de cesiones en Brescia, Verona y Aurora Jesi, en 2019 fichó por el VL Pesaro, con el que completó su primer ejercicio en la Serie A. El pasado verano recaló con un contrato por tres temporadas en la Fortitudo, donde su temporada ha sido irregular al igual que la del equipo, desdibujado tanto en la competición doméstica como en Europa.

El de Totè es el séptimo fichaje que la entidad de Miribilla ha tenido que llevar a cabo con la temporada ya en marcha, lo que deja bien a las claras los problemas existentes este curso con las incorporaciones veraniegas fallidas (Aaron Jones y Kingsley Moses) y, sobre todo, la infinidad de lesiones y este último brote de covid-19, que ha llegado además en el momento en el que los hombres de negro se juegan el futuro en la Liga Endesa (actualmente necesitan ganar tres de los cinco partidos que tienen pendientes, cuatro si Estudiantes vence el único que le queda por disputar) y se ha cebado en los tres principales componentes de la rotación interior. Así las cosas, la llegada del pívot italiano -previamente se intentó firmar a Vassilis Kavvadas, pero la operación no fructificó por cuestiones personales del griego- se une a las anteriores de Jovan Kljajic, Goran Huskic, Alade Aminu, John Jenkins, Regimantas Miniotas y Ioannis Athinaiou.