La mejorada versión ofrecida por el Bilbao Basket en Andorra no fue suficiente para regresar a la senda de la victoria. El conjunto de Álex Mumbrú cayó derrotado por 72-70 en un encuentro en el que no bajó los brazos en ningún momento pese a tener que remar muchísimos minutos contra la corriente y en el que acabó disponiendo del lanzamiento para ganar después de llegar a verse catorce puntos por debajo en el luminoso. En ese ataque final, con diez segundos en el reloj, Jonathan Rousselle forzó demasiado en su entrega de balón a John Jenkins, el estadounidense salió trastabillado y tuvo que jugarse un triple demasiado forzado y alejado de la canasta que ni siquiera llegó a tocar el aro.

Los 'hombres de negro' cuajaron un choque muy meritorio pese a no poder evitar un resultado que les mantiene penúltimos en la tabla con el mismo balance que el Coosur Betis y el Acunsa GBC, colista. Tras recibir un doloroso 17-3 entre el final del primer cuarto y el arranque del segundo, consiguieron mantenerse a flote hasta el descanso, tras el cual mejoraron sus prestaciones con un juego mucho más enérgico y coral y un andamiaje más compacto respecto a las últimas citas. Goran Huskic y Arnoldas Kulboka, pero al colectivo le faltó dar el último golpe de riñón para rebasar a su rival justo sobre la línea de meta.

BUEN ARRANQUE

Con el reaparecido Rousselle en el quinteto inicial, el Bilbao Basket arrancó el partido con los cinco sentidos activados. Serio en defensa, metiendo manos y provocando pérdidas, y entonado en ataque, suyas fueron las primeras ventajas en el marcador, con un 6-10 que incluso pudo ser mayor de no mediar una falta en ataque de Zyskowski en un claro contraataque. El Andorra dominaba el rebote, tanto en defensa como en ataque, pero no se encontraba a gusto. Ibon Navarro paró el partido a 2:54 de la conclusión del primer cuarto con un 9-13 y el partido cambió radicalmente. Con su base francés cogiendo aire en el banquillo, el juego ofensivo de los 'hombres de negro' se embarulló. Los de Mumbrú fallaron varios triples liberados, los del Principado los metieron en el otro aro y los diez minutos iniciales se cerraron con un parcial de 9-0 para dibujar el 18-13 y los locales cometiendo su primera y única falta cuando habían transcurrido más de nueve minutos y medio de partido.

Un triple de Kulboka cerró la sangría, pero el Bilbao Basket caminaba ya sobre el alambre, encadenando tres pérdidas de balón y comprobando cómo Olumuyiwa destrozaba a Aminu en las distancias cortas. En ese ecosistema, la primera desventaja de dobles dígitos para el conjunto vizcaino llegó a 6:39 del descanso (26-16). Reaccionaron los visitantes con un parcial de 0-8 impulsado desde la línea de 6,75, pero fue un espejismo. El triple se convirtió en su único recurso ofensivo, cayendo en un juego totalmente unidimensional y con lanzamientos demasiado precipitados, y el Andorra no perdonó, respondió con la misma moneda de los lanzamientos de tres puntos con un nivel de acierto muy superior y alcanzó el ecuador de la contienda con un 37-26 que encendía las alarmas en las filas vizcainas tanto por la desventaja como por su escasísima producción ofensiva, que tenía su explicación en las raquíticas tres canastas de dos puntos materializadas hasta ese momento con un horrible 25%.

RECUPERACIÓN

En la reanudación, el Bilbao Basket compareció con una versión mucho más vertical de cara al aro, explotando las penetraciones de Brown y Rousselle. Sacó tiros libres y canastones como el mate del estadounidense ante Olumuyiwa, pero el Andorra ni se inmutó de la mano de la inspiración de un Hannah desatado y de la superioridad de Tyson Pérez frente a la flojera de los pívots rivales. La constante lucha de los visitantes encontró un jarro de agua fría en la antideportiva tras pérdida cometida por Rousselle con 49-38 y en la bandeja que falló solo el base galo poco después. Demasiados regalos por parte de unos 'hombres de negro' obligados a minimizar errores. Los de Ibon Navarro aprovecharon para ir haciendo camino (56-42), pero la alternancia de defensas individuales y zonales ordenada por Mumbrú y la activación de Huskic en ataque, con un par de 'dos más uno' consecutivos, propiciaron un acercamiento hasta el 56-50 antes de que un triple de Senglin colocara el 59-50 a diez minutos del final.

Quedaba un hilo de esperanza y a él se aferró el Bilbao Basket, sólido en defensa y resolutivo en ataque. El 60-56 sonaba de maravilla visto lo visto, pero el Andorra aprovechó una pérdida y un fallo bilbaino cerca del aro para recuperar cierta distancia de seguridad (66-58). Los de Mumbrú empezaban a jugar contra el rival y contra el tiempo y su intención de seguir haciendo daño en las distancias cortas la castigaron los anfitriones con tres tapones seguidos y ello les llevó a titubear tanto en defensa como en ataque. Los de Ibon Navarro recuperaron la ventaja de dos dígitos (70-60) a 2:40 del final, pero su rival, rebosante de pundonor, no había dicho su última palabra. Huskic, Miniotas y Rousselle siguieron sumando, Hannah se dejó por el camino un par de tiros libres y el Bilbao Basket llegó a los diez segundos finales con 72-70 y bola para ganar. Subió el balón el base francés, pero su entrega a la mano a Jenkins no fue clara, el estadounidense tuvo que lanzar muy forzado y alejado del aro y su triple no encontró el destino deseado.