Cuando el partido del jueves tuvo que haberse disputado, hace algo más de un mes, el Bilbao Basket tenía a todas sus piezas disponibles. A finales de octubre, el MoraBanc Andorra sufrió de forma dura el covid-19 y estuvo fuera de la actividad durante casi tres semanas, pero ahora está en perfecto estado de revista y en fase de crecimiento. En cambio, los hombres de negro están de nuevo en construcción, casi como si fuera pretemporada, y con varios de ellos con problemas físicos. Faltaron Ondrej Balvin, víctima de las ventanas FIBA, y Ludde Hakanson, con las secuelas aún de haber sido positivo en el virus. Además, Quentin Serron jugó mermado, visiblemente cojo, por sus problemas en la rodilla e, incluso, el joven Iñigo Betolaza, reclutado para cumplir los cupos por la baja del base sueco, sufrió una torcedura en los pocos segundos que disputó. Como Kingsley Moses no contó porque su marcha es inminente y Jovan Kljajic, Goran Huskic y el debutante Regimantas Miniotas aún están en fase de adaptación al equipo, el Bilbao Basket se mantuvo 35 minutos en el partido con una buena disposición, aunque nunca pudo abrir ventajas claras más allá de tres puntos, y el Andorra llegó más fresco y con las ideas mucho más claras al tramo decisivo.

Quizás una cosa es consecuencia de la otra, pero otra vez los bilbainos carecieron del oficio que les reclamó su entrenador la víspera y cometieron errores a partir del 62-61 a 5.43 del bocinazo. Desde ese momento, el partido le perteneció a Jeremy Senglin. Ante el mal día de Clevin Hannah, el principal anotador andorrano, el escolta estadounidense acaparó el balón y, como hizo en su día Conner Frankamp, destrozó la defensa del Bilbao Basket que no logró pararlo ni en el uno contra uno y ni con el sistema de ayudas. 16 puntos anotó Senglin saliendo de los bloqueos directos o en situaciones de aclarado para ir abriendo la herida del Bilbao Basket al que terminó de dar la puntilla un triple de David Jelinek después de una tarde de muy escaso acierto de los visitantes desde la larga distancia.

Pero a la hora de la verdad, tras un partido muy igualado, fueron más precisos que el equipo de Álex Mumbrú, que desaprovechó varias opciones de poner tierra de por medio en el último cuarto y lo acabó pagando. Faltó determinación, ese plus de acierto necesario ante estos rivales que con su despliegue físico y varios hombres capaces de jugar por encima del aro no conceden dos oportunidades de anotar. El Andorra dominó el rebote y logró engordar su cuenta de puntos desde el tiro libre ante un Bilbao Basket demasiado tierno en ocasiones que entregó casi incontables jugadas de dos más uno y demasiadas faltas de escasa contundencia que también le pasaron factura y sufrió para tratar de anotar cerca del aro ante la intimidación de los atléticos pívots de Ibon Navarro.

Inspirados a rachas

Felipe Dos Anjos fue titular en ausencia de Balvin y el brasileño, pese a sus ramalazos de blandura, dejó números interesantes y aportó buenos minutos al final del tercer cuarto, aunque le acabó pesando el partido. Álex Reyes también destacó con sus ocho puntos en su primera rotación del primer cuarto. Cuatro jugadores acabaron con más de diez puntos en las filas vizcainas, pero cuando había que rematar la faena se diluyeron las responsabilidades y el ataque se bloqueó. Jonathan Rousselle, que sujetó la primera escapada de los pirenaicos antes del descanso, no anotó en toda la segunda parte, donde le apretaron con todo, y para cuando Arnoldas Kulboka apareció, o le encontraron, por el perímetro ya era tarde. Dos puntos en solo tres minutos y medio fueron demasiada concesión para un Senglin desatado y con demasiado espacio para moverse y el MoraBanc Andorra sentenció el choque con un parcial de 2-12 (del 64-64 al 66-76) que le dejó a salvo del arranque a la desesperada del Bilbao Basket, un recurso que rara vez acaba con éxito.

El caso es que el conjunto andorrano sumó su tercera victoria consecutiva en Miribilla y el Bilbao Basket vio frenada la reacción que asomó con su triunfo en Sevilla. Desde entonces, poco ha podido progresar y lo necesita para cerrar cuanto antes la brecha que se está abriendo por arriba en la clasificación. Mumbrú asume que su equipo ha perdido físico a cambio de ganar en recursos, pero el equipo necesita de todos sus efectivos para cambiar las buenas intenciones por victorias. En los dos partidos que tuvo que recuperar por el covid no pudo contar con todos y la consecuencia fueron dos derrotas en sendos partidos bien jugados, pero mal resueltos.

Dos más uno

1

Balvin y Hakanson. El pívot checo fue baja por un esguince de tobillo que se produjo el pasado viernes en el primer choque de las ventanas FIBA ante Bélgica. Ya no disputó el segundo ante Dinamarca dentro de una fase de clasificación en la que la República Checa no se juega nada. El base sueco, por su parte, aún no se ha recuperado totalmente tras pasar el covid-19.

2

Miniotas. El lituano debutó con el Bilbao Basket cuando quedaban 4.24 del primer cuarto. Su primera acción fue una asistencia a Huskic, sus primeros puntos llegaron al final del tercer cuarto y acabó con 4 puntos, 4 rebotes y 8 de valoración en casi 18 minutos.

3Hervelle.

El belga, que ha anunciado esta semana su retirada, estuvo muy presente en el duelo de ayer. Su nombre cerró la presentación del Bilbao Basket. En el minuto 17, su dorsal de siempre, se le agradecieron los servicios en la U televisiva. Y su figura en cartón se colocó tras el banquillo local.