A la tercera debe ir la vencida y el Bilbao Basket y el Andorra recuperarán este jueves el partido de la octava jornada que fue aplazado por los casos de covid en la plantilla pirenaica y reprogramado en dos ocasiones. Desde aquel 29 de octubre los dos equipos han cambiado mucho, sobre todo el conjunto local, que cuenta con dos piezas nuevas para empezar la escalada en la clasificación. Con la llegada de Goran Huskic y Goran HuskicRegimantas Miniotas, que podría debutar este jueves, los hombres de negro han perdido capacidad física, pero han ganado en conocimiento del juego y recursos tácticos, en definitiva en calidad. "Hay que adaptarse a un equipo, a una manera de jugar y no siempre las cosas salen o no damos con la tecla. Los jugadores o yo mismo", dijo Álex Mumbrú para explicar la salida ya confirmada de Aaron Jones y la inminente de Kingsley Moses.

El plan inicial no ha salido, ha obligado a variar de rumbo y ahora el técnico busca otras cosas en su plantilla, convencido, obviamente, de que "cuanto mejores individuos tienes, mejor es el equipo y va a jugar mejor". Precisamente, el Bilbao Basket se mide a uno de los equipos con mejor físico de la Liga Endesa, aunque está por ver cómo ha afectado a ambos el parón de selecciones. En el caso bilbaino, ha tenido tres jugadores en las ventanas y Hakanson debía pasar el miércoles otro PCR para saber si estará disponible, aunque "con poco fuelle". Al menos, Goran Huskic ha podido trabajar para mejorar su condición física. Algunos hombres están tocados, aunque Mumbrú cree que el Andorra "estará parecido porque han tenido seis jugadores en las ventanas". Los de Ibon Navarro recuperan a Bandja Sy, aunque pierden a Tomasz Gielo, que estaba aportando bastante con un contrato temporal. "Estuvieron mucho tiempo parados, tiempo parados por el covid, pero a la vuelta ganaron sus dos partidos", recordó Mumbrú sobre el conjunto andorrano.