El misterio del ala-pívot
El Bilbao Basket lleva cinco años sin acertar en el jugador que debe acompañar en ese puesto a Hervelle
bilbao - El RETAbet Bilbao Basket tiene una asignatura pendiente desde hace unas temporadas, en concreto desde que se marchó Marko Banic. La salida del croata hace ya cinco temporadas dejó en el equipo un vacío en la posición de ala-pívot para complementar a Axel Hervelle que nadie ha conseguido cubrir con garantías. El excapitán firmó 11,5 puntos y 4,3 rebotes en 27 minutos de juego en su última campaña, la 2011-12, y desde entonces el club no ha encontrado un repuesto de garantías ya que Borja Mendia no puede ser considerado aún como tal. Por unas cosas o por otras, cada temporada ha habido un jugador diferente y ninguno pudo las expectativas en un puesto muy sensible en el baloncesto actual. De esta forma, Hervelle se ha visto obligado a asumir demasiadas responsabilidades, -por ejemplo, esta temporada está lanzando más triples que nunca en sus años en Bilbao-, y demasiado desgaste en forma de minutos para tratar de mantener aquello en lo que es brillante y aportar en aquello en los que no es tan bueno.
Después de Banic, llegó Adrien Moerman, que, con Fotis Katsikaris aún en el banquillo, no ofreció el rendimiento que ha dado después y que le ha llevado a la Euroliga. El francés vivió en el Bilbao Basket su primera experiencia fuera de su país y no cuajó en una campaña en la que empezaron los problemas económicos. Al año siguiente, el club apostó por Jackie Carmichael, que no era un cuatro, sino un cinco, y el novato estadounidense fracasó y duró poco. En su lugar regresó Damir Markota, que acabó siendo una opción válida, pero tardía, en un curso de infausto recuerdo.
En las dos temporadas de Sito Alonso, los elegidos para tratar de cumplir esta tarea fueron Ethan Wragge, un puro tirador que no aportó en nada más, y Álex Suárez, que llegó cedido con un cartel prometedor, pero también quedó limitado a un papel de especialista al que le penalizó su frialdad y solo jugó minutos valiosos cuando Hervelle estuvo lesionado.
El pasado verano hubo que buscar de nuevo y el Bilbao Basket incorporó a Danilo Nikolic, que tiene pinta de que va a ser otro fichaje fallido para el puesto de ala-pívot. El montenegrino llegó con el aval de su experiencia en la Liga Adriática, donde jugaba más de 25 minutos de media, y aún no se sabe si es carne o pescado porque su participación como hombre de negro ha sido muy escasa.
Nikolic, con una planta excelente para la posición, tenía el principal aval de su capacidad para el tiro de tres, pero apenas ha asomado en Bilbao. En el puesto de cuatro abierto, según la jerga actual, no vale solo con lanzar triples y en esas otras cosas en la que el balcánico no ha convencido a Carles Duran. El caso es que el Bilbao Basket es el equipo de la Liga Endesa que menos puntos produce -no llega a diez por partido- y que menos triples anota desde esa posición esta temporada. La mayor parte de lo que sale de ahí en ataque lo genera Hervelle y en su habitual relevo Nikolic y Mendia son dos jugadores totalmente opuestos.
Muchos piensan que quizás sería una buena opción utilizar a Mumbrú como cuatro abierto en el futuro, pero a lo mejor no compensa en lo que se perdería en el puesto de tres. Porque como pareja del cinco, no solo hay que meter puntos, sino también generar juego y ser capaz de desbordar defensas en el uno contra uno. Antelo y Radovic, que visitarán el domingo Miribilla con el UCAM Murcia, son un ejemplo válido. En el Bilbao Basket, Marko Banic, que tampoco era un especialista en el tiro exterior, dejó un hueco que parece imposible de cubrir. Al menos, se trata de un misterio aún no resuelto y que habría que aclarar cuanto antes porque, como ocurre con Mumbrú, Axel Hervelle no va a ser eterno ni va a estar siempre para hacer su trabajo y el de otros.