bilbao - Siempre parece tocada, siempre parece que puede ir a peor, pero la Liga Endesa tiene un espíritu de supervivencia que le hace resistir la crisis económica que afecta a la mayoría de sus clubes y el escepticismo de una afición que no acaba de profesarle amor incondicional y masivo. Además, la temporada que arranca este próximo sábado llega tras la tremenda decepción que provocó la Copa del Mundo por la temprana eliminación de la selección española. Es obligación de la Liga ACB ilusionar, crear expectación, poner en valor su producto en medio de la abundante oferta deportiva que amenaza con condenarla al ostracismo.
Será por eso que los clubes han agitado, sobre todo en el último mes, un mercado depreciado y han realizado 107 fichajes para una campaña en la que, de nuevo, el Barcelona y el Real Madrid amenazan con abrir una distancia insalvable con el resto de sus competidores. Sí parece, en cambio, que puede haber más igualdad en la amplia clase media y que no es fácil designar ahora mismo un claro candidato al descenso deportivo, como ocurrió en temporadas precedentes. Quien más, quien menos, ha hecho de la necesidad virtud y esa media de seis incorporaciones por equipo abre mayor espacio para las incógnitas.
los tres vascos Laboral Kutxa, Gipuzkoa Basket y Bilbao Basket afrontan una temporada cargada de esas incógnitas. Los tres tienen nuevo entrenador y los tres han cambiado más de la mitad de su plantilla para adecuarse a los nuevos tiempos económicos. En el caso de los bilbainos, poder salir entre los 18 ya es un éxito, no existe ningún tipo de expectativa, así que todo lo que venga en positivo, por poco que sea, será bien recibido. La plantilla y la afición de Miribilla tienen ganas de vivir un curso tranquilo, aunque no exento de ganas de competir por el carácter del entrenador Sito Alonso y de los cuatro jugadores que se mantienen del indeseable ejercicio anterior.
En Gasteiz han seguido la vía italiana para el banquillo con Marco Crespi, de vuelta a la Liga ACB tras su ya lejana etapa en Sevilla y una notable última campaña con el Montepaschi Siena. Josean Querejeta no se ha quedado quieto y en busca de volver al primer plano la plantilla del Laboral Kutxa ha sufrido una renovación profunda, una Maccabización, con una clara apuesta por el producto americano con todo el riesgo que conlleva. Orlando Johnson, fichado como el killer que han echado en falta desde que se fue Igor Rakocevic, y el georgiano Tornike Shengelia, que llega después de un anodino paso por la NBA, son las piezas de las que la exigente afición baskonista más espera.
En Donostia, también ha habido muchas novedades, entre las cuales destaca la salida de los dos bases que han marcado el ritmo las últimas temporadas, Raulzinho Neto y Javi Salgado. El Gipuzkoa Basket ha conseguido mantener a David Doblas para hacer girar en torno a él la nueva propuesta de Jaume Ponsarnau, un técnico que había sonado otras veces y que garantiza serenidad. Dani Díez ha regresado, de nuevo cedido por el Real Madrid, para impulsar su carrera, algo parecido a lo que le ocurre al estancado Josep Franch. Taquan Dean debe ser el sustento anotador de un equipo en el que hay que descubrir a los novatos en ACB Jordan y Iarochevitch.
los dos grandes El Barcelona le arrebató la Liga al Real Madrid y eso, después de caer también en la final de la Euroliga, provocó un terremoto en la Casa blanca que estuvo a punto de costar el puesto a Pablo Laso. Los azulgranas llegaron mejor a ese tramo decisivo después de mirar muy de lejos a su gran rival durante todos los meses anteriores. En la reciente final de la Supercopa, el Real Madrid volvió a dejar a los culés a veinte puntos de distancia, pero ya nadie quiere aventurarse a hacer pronósticos porque septiembre no es junio.
Los madridistas han añadido profundidad y carácter competitivo a su banquillo con Campazzo, Nocioni o Ayón, despreciado por el Barça, para tratar de no fundirse antes de tiempo en esa apuesta por correr y correr que les ha hecho atractivos para el espectador neutral, mientras el Barcelona ha añadido clase con Doellman y Satoransky y más centímetros en el puesto de pívot con Pleiss. Los tres tienen experiencia en la ACB, pero está por ver si asumen la alta exigencia que supone vestir la camiseta azulgrana. Xavi Pascual se ha ganado todo el crédito a base de títulos, aunque a veces se haga difícil de tragar ese estilo tan elaborado que practica durante muchos meses.
las alternativas En el curso anterior, el Valencia Basket apareció como el tercer vértice del triángulo que dominó la temporada. Ganador de la Eurocup y, por tanto, de vuelta a la Euroliga, los taronjas han perdido a algunas de sus piezas básicas como Doellman y Lafayette y confía en que sus recambios alcancen, o se aproximen, al nivel de los que se marcharon. Kresimir Loncar y Luke Harangody son gente con oficio y dureza para satisfacer a Velimir Perasovic, que ha conseguido colocar al club donde se le esperaba desde hace años. El joven Vives y Buycks llegan para cubrir las posiciones de base junto a Van Rossom, aunque mantener el nivel de calidad es cosa de Lucic y Aguilar, dos jugadores que el año pasado pasaron muchos meses de baja.
La otra alternativa, si es que eso es posible, tiene que llegar de Málaga. El Unicaja, el quinto equipo de la ACB en la Euroliga, tiene media docena de novedades, algunas buscadas, otras obligadas, como la última de Jon Steffanson, fichado para cubrir la marcha a la NBA a última hora del esloveno Zoran Dragic. Joan Plaza sabrá conjuntar a un grupo heterogéneo en el que destaca el regreso a la ACB del griego Kostas Vasileiadis, el loco brother que tantos buenos recuerdos dejó en Bilbao. Da la impresión de que los malagueños han perdido poderío físico y han ganado en capacidad anotadora y versatilidad.
la clase media Por debajo de los cuatro semifinalistas de la pasada temporada, se abre un mundo de posibilidades. Resulta interesante comprobar qué puede dar de sí Aíto García Reneses en su nueva etapa en el Gran Canarias. A su vez, hay que ver si los jóvenes del Baloncesto Sevilla siguen progresando sin que les guíe la sabia mano del veterano entrenador, que dejó el equipo andaluz al no congeniar con sus nuevos rectores.
El CAI Zaragoza, con muchas novedades, tendrá que sobreponerse a la ausencia por enfermedad de José Luis Abós, el técnico que le ha llevado a sus más altas cotas. Y en Badalona, el Joventut confía en que sus canteranos sigan creciendo para volver a puestos de play-off. El Obradoiro es, con nueve, el equipo que más fichajes ha hecho y el Iberostar Tenerife ha recuperado a Blagota Sekulic y ha sumado a Rodrigo San Miguel y Javier Beirán, un indudable aporte de calidad.
El Fuenlabrada, primer rival del Bilbao Basket, también aspira a mejorar sus recientes prestaciones, lo mismo que ese Estudiantes bilbainizado que ha vuelto a juntar en el mismo vestuario a Txus Vidorreta y Javi Salgado. El Manresa ha puesto su modestia en manos de Pedro Martínez, que deberá marcar la diferencia desde el banquillo para evitar el tercer descenso consecutivo. Y la ACB saluda a una plaza que regresa después de muchos años. Andorra está de vuelta y con un equipo que quiere dar guerra, como deja claro el fichaje de Víctor Sada, que tendrá de nuevo un equipo en sus manos, como antes de su decreciente etapa en el Barcelona.