El crecimiento del Barça desde la llegada de Xavi Hernández al banquillo se pone a prueba en un escenario inhabitual, el King Fahd International Stadium de Riyadh, en el que el Real Madrid debe responder a su papel de favorito en las semifinales de la Supercopa. Las sensaciones que el conjunto de Carlo Ancelotti ha mostrado en lo que va de curso le otorgan buena parte de las papeletas para llegar a la final.

Será el tercer partido decisivo que Xavi deberá afrontar desde que debutó como entrenador del Barcelona y los dos anteriores le salieron cruz, ante el Benfica y el Bayern de Múnich. Pero los afrontó nada más llegar, sin tiempo prácticamente para cambiar la dinámica negativa del equipo e inculcarle sus ideas. Ahora, la situación es diferente y las excusas ya no tienen el mismo valor.

Ansu Fati regresa a una convocatoria tras lesionarse el 6 de noviembre en Balaídos y muy probablemente recibirá el alta médica para enfrentarse al Madrid. Por otro lado, Pedri, que prácticamente no ha jugado este curso por culpa de las lesiones, y Ferran Torres, viajaron un día después que sus compañeros al dar negativo por covid.

Debe responder el Madrid a su papel de favorito en un clásico, ese tipo de partidos que da igual el momento de cada equipo que siempre es impredecible, aunque la temporada y el triunfo del Camp Nou digan lo contrario para el equipo de Ancelotti. Líderes en LaLiga con 17 puntos de ventaja sobre los azulgrana, en octavos de la Champions mientras que el Barça se tiene que conformar con la Liga Europa tras no pasar de la fase de grupos.