Marcelino García Toral lamentó que su equipo no pudiera lograr los tres primeros puntos de la temporada y que tuviera que conformarse con un empate que dejó un regusto amargo en los más de 10.000 aficionados rojiblancos que pudieron acudir, año y medio después, a San Mamés. Un reencuentro emotivo entre futbolistas y afición que no pudo tener el mejor de los finales. Ya que si bien el conjunto bilbaino se adelantó en el marcador gracias a un gran remate de cabeza de Iñigo Martínez, Memphis puso la igualada a quince minutos para la conclusión del choque.

"Estoy satisfecho, en parte", comenzó el técnico asturiano. "Estoy orgullosísimo del rendimiento, del juego, del esfuerzo, de las llegadas, del nivel defensivo, del nivel de presión, de las jugadas que combinamos, de los contraataques€", enumeró antes de asegurar que "de lo único que no puedo estar satisfecho es del resultado después de hacer tantas cosas bien. Te queda ese sinsabor. Pero mi opinión de estos jugadores es la misma que si hubiésemos ganado".

En este sentido, no ocultó que el punto le sabe "a poco". "El 99,9% de la gente que ha visto el partido dirá que quien merece la victoria, además de manera justa, ha sido el Athletic". "Es cierto que el gol vino de una acción que debemos evitar y es evitable. Pero el fútbol se compone de aciertos y de errores. Tengo que fijarme más en lo que ha sucedido en los 90 minutos que en el error", agregó.

Cuestionado acerca del ambiente vivido en el regreso del público a 'La Catedral', Marcelino admitió que fue "un momento emotivo" el hecho de poder sentarse en el banquillo local "con gente en las gradas". "La entrada fue extraordinaria y durante el partido me pregunté qué pasaría con 50.000 personas. Espero tener pronto esa oportunidad de vivirlo". Quiso, asimismo, darle "las gracias" a la afición y, a su vez, pedir que les ayude. "Este equipo es generoso y con la ayuda de la gente, en San Mamés seremos un mejor equipo, sin duda". "El Athletic tiene una filosofía propia y un estilo de juego propio que yo conozco desde mi etapa como futbolista y entrenador. Siempre que vine a San Mamés vine a sufrir. Espero ahora poder disfrutar".