L Sevilla, rival del Athleticel sábado en San Mamés, vuelve a volar alto. Lo hace gracias al buen hacer de Monchi al frente de la dirección deportiva del club y al liderazgo establecido por Julen Lopetegui en un banquillo al que ha puesto su sello personal. Nadie en Nervión pone en duda la figura del técnico guipuzcoano, relanzado en su condición de entrenador después de salir por la puerta de atrás de un Real Madrid en reconstrucción del que fue destituido con el curso 2018-19 en marcha. En junio de 2019, herido en su orgullo tras ser cesado también como seleccionador del combinado español a las puertas del Mundial de Rusia un año antes, firmó un contrato por tres temporadas con la entidad hispalense, la gran beneficiada a posteriori.

La pasada campaña, sin ir más lejos, el Sevilla firmó un más que meritorio cuarto puesto en liga y ganó su sexta Europa Leagueen la mejor temporada de un entrenador debutante en la historia del club. Los números de Lopetegui hablaron por sí solos, superando los registros firmados por Juande Ramos catorce años atrás, cuando los andaluces también se proclamaron campeones del segundo torneo continental a nivel de clubes. Con el inicio del nuevo curso, el objetivo marcado radica en ir un paso más allá para aspirar a todo, Champions incluida, y en ello anda el Sevilla, que a punto estuvo de sorprender al todopoderoso Bayern Múnich en una Supercopa de Europa en la que cedió por la mínima (1-2). Con una propuesta futbolística sobria, equilibrada y enfocada siempre al ataque bajo un inamovible 1-4-3-3, el regreso del excapitán Ivan Rakitic ha servido para aliviar la sensible pérdida del argentino Ever Banega, mientras que en el carril izquierdo es Marcos Acuña el encargado de hacer olvidar a Sergio Reguilón.

La continuidad del resto de hombres de confianza de Lopetegui, no obstante, es la mejor noticia para un equipo que tiene ante sí el inmenso reto de mantener el tono en liga y hacer algo importante en la Champions, torneo de máxima exigencia al que ha hincado el diente con un empate sin goles ante el Chelsea a domicilio y una victoria frente al Rennes en el Sánchez Pizjuán. Con cuatro puntos en dos partidos, los hispalenses encuentran motivos para abrazarse al optimismo en la búsqueda de un billete hacia los octavos de final, si bien es en el campeonato de la regularidad donde la actualidad les obliga a realizar un esfuerzo extra.

El comienzo no ha sido el mejor en el torneo de la regularidad, pues el Sevilla es decimotercero con siete puntos tras cinco encuentros disputados. Con dos choques aplazados por su largo y exitoso recorrido en la pasada edición de la Europa League, los andaluces se estrenaron en la tercera jornada con triunfo por 1-3 en Cádiz y se impusieron cuatro días después en casa al Levante (1-0) para arrancar con pleno de puntos, pero no han vuelto a vencer desde entonces. En la quinta cita liguera, su visita al Barcelona se saldó con un empate (1-1), mientras que en las dos últimas jornadas han caído derrotados a manos de Granada (1-0) y Eibar (0-1). Dichos tropiezos, pese a ser inesperados, no han activado ninguna alarma en el seno del club, ni en una afición que celebró el miércoles la reacción contra el Rennes a la espera de lo que depare el envite de mañana en San Mamés.

325 minutos sin meter gol

El único foco de preocupación, al igual que sucedió en el tramo inicial del pasado curso, tiene que ver con la falta de goleadores natos en una plantilla en la que el holandés Luuk de Jong y el marroquí Youssef En-Nesyri asoman como principales referencias ofensivas. Los dos únicos goles firmados por el Sevilla en los cinco últimos compromisos afrontados entre liga y Champions han tenido la firma del primero, quien se desató en la recta final del pasado ejercicio, pero el botín se antoja escaso para un equipo con grandes aspiraciones. Sobre todo, habida cuenta de los 23 remates efectuados en el encuentro del miércoles frente al Rennes para ganar con un único gol tras 325 minutos de sequía.

En defensa, por el contrario, la fiabilidad parece garantizada para tranquilidad de Lopetegui con el triángulo de seguridad formado por los centrales Diego Carlos y Jules Kounde y el centrocampista Fernando Reges, elementos de sujeción de un Sevilla que se presentará mañana en La Catedral como un rival de máxima dificultad para el Athletic.

18 de 21 puntos. La buena racha de resultados del Athletic ante el Sevilla en San Mamés saltó por los aires en la última visita del conjunto hispalense a Bilbao, en la que se impuso por 1-2 con goles de Banega y Munir. Los rojiblancos, aun así, suman 18 de los 21 puntos posibles ante el cuadro andaluz en la nueva Catedral gracias a las seis victorias consecutivas enlazadas por los leones, que mantienen al Sevilla como su víctima predilecta en el nuevo coliseo rojiblanco. Celta (15 puntos), Villarreal (14), Valencia (10), Real Sociedad (9), Barcelona (7), Real Madrid (6) y Atlético (5) son los otros siete equipos de los que actualmente compiten en Primera División que han comparecido en todas las temporadas en el nuevo San Mamés.

El Sevilla, invicto en las dos primeras jornadas de Champions, necesitó 23 remates para tumbar el miércoles al Rennes