La pandemia del covid-19 no solo no cesa en su efecto devastador, sino que lo ha acentuado desde días atrás, hasta el punto de que los preocupantes datos epidemiológicos han generado la declaración del estado de alarma, lo que ofrece su impacto en todos los espectros de la sociedad, el fútbol profesional incluido. No en vano, los diferentes clubes, entre ellos el Athletic, han visto cómo sus fuentes de ingresos han mermado de forma considerable y la evolución negativa de esta crisis sanitaria a nivel mundial no tiene visos de solucionarse a corto ni medio plazo, con lo que el efecto dañino se prolongará en el tiempo. En Ibaigane ya han hecho los cálculos de las cifras redondas de la contabilidad en estos momentos de incertidumbre y de recortes, tal como avanzó el propio Aitor Elizegi, presidente de la entidad bilbaina, en su última comparecencia ante los medios de comunicación, el pasado día 8, y en la que cifró en 20 millones de euros el déficit ordinario del ejercicio 2019-20 debido a los daños ocasionados por el covid-19.

Es la primera ocasión desde la legislatura de Fernando García Macua que el club rojiblanco presenta pérdidas, aunque en esta ocasión se debe a una situación extraordinaria. Es la mala noticia para esta Junta Directiva, que, sin embargo, ha recibido un anuncio aliviador desde el Consejo Superior de Deportes (CSD), tal como ha manifestado en reiteradas intervenciones su presidenta, Irene Lozano, que ha atendido la petición de los clubes que son sociedades deportivas (Athletic, Osasuna, Real Madrid y Barcelona) de reformar la Ley del Deporte de 1990, que en uno de sus articulados matiza que estas cuatro entidades, las únicas de LaLiga que no son sociedades anónimas, deben responder por medio del patrimonio de sus dirigentes a posibles pérdidas económicas argumentadas en su gestión, de ahí la obligación de depositar avales del 15% del presupuesto del club deficitario. El del Athletic para el último curso se elevaba a 132,8 millones de euros, con lo que la Junta debería avalar poco más de 19 millones.

Las palabras de Irene Lozano, que se ha reunido en más de una ocasión con Elizegi, se plasmará en fechas cercanas en el papel, con lo que la Junta Directiva que preside el de Santutxu puede respirar en cierta medida porque el Gobierno de Pedro Sánchez va a llevar a cabo en pocas fechas la supresión de ese apartado en la Ley del Deporte, como así lo asegura el portal palco23 y confirmada por diversas fuentes. El CSD llevará al Consejo de Ministros esta reforma, que será aprobada mediante un Real Decreto a principios de noviembre y, al parecer, el trámite de urgencia de la modificación ya está respaldado, aunque la redacción final del decreto todavía estaría pendiente de cerrarse. Con todo, el organismo que preside Irene Lozano aguarda que en un par de semanas pueda ser aprobada su propuesta por el Gobierno español, que la haría efectiva, por el momento, durante el periodo en que la pandemia mantenga su efecto desolador.

La asamblea, en el aire

El deseo de la Junta radicaba en que el Decreto Real se publicara con anterioridad al 15 de noviembre, cuando estaba prevista la celebración en San Mamés de la Asamblea Ordinaria de Socios Compromisarios del Athletic, aplazada, debido a la crisis sanitaria, sine die.sine die La normativa vigente, tras el decreto aprobado por el Gobierno vasco el 25 de septiembre, marca como límite el 31 de diciembre la fecha de su ejecución, pero la nueva situación marcada por la declaración del estado de alarma deja aún más en el aire la posibilidad de que pueda efectuarse a lo largo de este año 2020, lo que abriría un escenario inédito a la espera de venideras decisiones desde el Ejecutivo de Iñigo Urkullu. La incertidumbre que rodea a la cita con el órgano soberano del club no hace más que avivar la sensación de vacío institucional en caso de que no pueda debatirse sobre las cuentas y sobre la propuesta del club de reclamar el 30% de las cuotas de los socios, cuando el cobro de las mismas se inicia el próximo enero.

final de copa

apurar para jugar con público

Incertidumbre. La declaración del estado de alarma, que podría alargarse hasta el próximo 9 de mayo, acentúa las incógnitas sobre la final de Copa que tienen pendiente de jugar Athletic y Real Sociedad en La Cartuja, en Sevilla. La pandemia del covid-19 se agrava y genera dudas de si la histórica final podría jugarse con público, posibilidad que apurará la Federación Española de Fútbol, pendiente de la evolución de la crisis sanitaria en los próximos meses, cuando ya se tiene que tomar la decisión definitiva.

Estadística a favor. El Sevilla, que visitará el próximo sábado al Athletic, ha sido hasta ahora el rival más rentable para el conjunto bilbaino en el nuevo San Mamés de los ocho equipos que han comparecido en todas las temporadas desde que el nuevo estadio fuese inaugurado. El Athletic ha encadenado seis victorias consecutivas y solo perdió la cita de la liga pasada.