Se conoce que Lezama es el corazón del Athletic. Es su razón de ser y motivo suficiente como para presumir en un fútbol globalizado. Los estragos que genera la pandemia del coronavirus, con su vasto impacto económico, acentúa incluso la genética de la entidad rojiblanca, necesitada de reinventarse cada año para protegerse de las fauces de los clubes que alardean de su músculo financiero. Las salidas, especialmente, de Javi Martínez (Bayern Múnich), Ander Herrera (Manchester United) y Kepa Arrizabalaga (Chelsea) supusieron una merma deportiva solo consolada por la riada de millones de euros que recalaron en las arcas de Ibaigane, pero el club rojiblanco está obligado a blindar a los cachorros que ofrecen buena pinta de cara al futuro a corto y medio plazo. La anterior Junta Directiva presidida por Josu Urrutia fue víctima de la marcha de esos futbolistas y también fue determinante a la hora de gestionar más allá del presente, política que también sigue la presente Junta de Aitor Elizegi. Emerge un matiz que las une. Las dos apuestan por el producto de la casa y las dos han gestado lo que podría llamarse el club de los 30 millones de euros, la cláusula de rescisión que rezan en los contratos de los canteranos que llegan fuerte desde abajo.

La renovación de Jon Morcillo, pichichi del Bilbao Athletic, y el salto meteórico de Nicholas Williams y Nico Serrano desde el juvenil de Honor al filial sin pasar por la etapa del Basconia encarnan los ejemplos más recientes de la gestión en la cúpula de Lezama, decidida a fidelizar en la mayor medida de lo posible a las denominadas joyas de la corona. Morcillo ha firmado hasta el 30 de junio de 2023, con una cláusula de 30 millones de euros, la misma tasación que marca el contrato del pequeño de los Williams, atado hasta el 30 de junio de 2024; un cantidad que ya se fijaba en las ampliaciones de Daniel Vivian (2021), achacable a la dirección deportiva de Rafa Alkorta; y a las anteriores de Unai Vencedor (2023), Ohian Sancet (2024), abordadas por su antecesor José Mari Amorrortu, y Nico Serrano (2023), fichado del Villarreal ante el cabreo de Fernando Roig, magnate del submarino amarillo, al que el Athletic le abonó los 300.000 euros de la cláusula del navarro a sus 17 años de edad. Curiosamente, la disposición de los 30 millones es la misma que se contempla en el caso de Unai Núñez, ya asentado en el primer equipo y que aún no ha respondido a la oferta del club para renovar su contrato que expira dentro de tres años, lo que alimenta los sucesivos rumores sobre un supuesto interés por el jarrillero del Arsenal, entre otros conjuntos.

Morcillo, que contaba con ofertas de filiales de escuadras de primera fila, realizará la pretemporada con el primer equipo, en la que el de Zornotza, que ha anotado diez goles con el equipo de Joseba Etxeberria, intentará ganarse la confianza de Gaizka Garitano en caso de que el derioztarra continúe en el banquillo, el escenario probable, y en caso de que así no fuera, podría salir cedido a un club de LaLiga SmartBank, salvo que el Bilbao Athletic consiga el ascenso a la categoría de plata en el supuesto de que se dispute el previsto play-off exprés de ascenso. En otra dimensión se encuentran Sancet, ya con un bagaje valioso en el primer equipo; Vencedor, que debutó como león en el derbi frente a Osasuna en La Catedral y donde asomó detalles interesantes; y Vivian, que todavía no lo ha hecho aunque ha llegado a entrar en una convocatoria con los leones.

El Athletic madura el presente y prepara el futuro. La cercana reapertura de la liga activará de nuevo al primer equipo y al filial, donde ejercitarán de forma alterna algunos de los mencionados. Sancet es quizá el que mayores opciones dispone de gozar de minutos, aunque Vencedor, un organizador que llega con buenos credenciales, podría tener protagonismo en caso de que Beñat y Mikel San José, cuyos contratos expiran este 30 de junio, no continúen más allá de esta fecha. Rafa Alkorta apuntó en una de sus últimas comparecencias ante un medio de comunicación que se encuentra a la espera de la respuesta de ambos, si bien se intuye que en los dos casos estas sean positivas. A la falta de una hipotética oficialidad, Vencedor está en la retaguardia, lo mismo que Vivian, pese a que el central sí tiene menos probabilidades a priori de jugar con los de Garitano a lo largo de las once jornadas que restan.