Bilbao - Tercer partido de liga en San Mamés, con dos derbis incluidos, y tercera victoria sin paliativos. El sobresaliente inicio de liga firmado por el Athletic, con dos empates de por medio a domicilio ante el Getafe y el Mallorca, suficientes para mantener la condición de equipo invicto tras la disputa de las cinco primeras jornadas del campeonato, mantiene sumamente satisfecho a Gaizka Garitano, quien, no obstante, incidió anoche en la importancia de establecer objetivos a corto plazo y no desatar la euforia pese a lo que marca la clasificación, toda vez que “cuando celebras algo o sacas pecho, te lo meten rápido para dentro”. “Me pone contento que la gente esté con ganas, pero desde dentro, como llevamos tiempo en el negocio, sabemos que pasas en dos días de ser el mejor a ser el peor. Hemos empezado bien, pero cinco jornadas no dan para hacer un balance”, recalcó el técnico derioztarra, quien agregó que “tenemos que seguir, porque no hemos hecho todavía nada, aunque las sensaciones son buenas”.

“No hay tiempo para celebrar nada, hay que intentar descansar y empezar a preparar el siguiente partido contra el Leganés”, advirtió Garitano, feliz por cuanto pudo observar ayer sobre el césped, donde sus pupilos se impusieron con claridad a un Alavés “fuerte” y que “suele conceder poco”. “Sabíamos que había que tener paciencia y la tuvimos, eso fue lo más importante, porque era una piedra que no podías tirar de un golpe. Había que trabajar el partido, les hemos movido bien obligándoles a hacer un gasto y no hemos tenido pérdidas de balón que les pudiera dar opciones de contragolpear”, se felicitó el entrenador rojiblanco, quien destacó que “mientras tuviéramos la pelota sabíamos que no iban a poder atacarnos y hemos tenido esa paciencia hasta marcar el primer gol. Quizás sea de lo que más orgulloso estoy en este partido”.

También valoró positivamente Garitano que el Alavés, al igual que el Barcelona y la Real Sociedad, tampoco fuera capaz de generar peligro en San Mamés, una dinámica que “viene del año pasado, cuando tampoco dejábamos crear ocasiones de gol a los rivales”. “Eso nos da una seguridad y tiene también su mérito haber hecho dos goles al Alavés, al que nadie se los había hecho en pretemporada, ni en liga”, expuso asimismo el derioztarra, que espera que más jugadores, además de Iker Muniain, se sumen a la lista de goleadores del equipo, toda vez que “si nuestros centrales no marcan y nuestros centrocampistas y extremos tampoco, al final los goles van a ser los que son, por lo que a ver si se animan, aunque no es fácil hacer goles en Primera División ante equipos tan organizados como el Alavés”.

En cuanto a la posibilidad de tirar de rotaciones el miércoles ante el Leganés en Butarque, el técnico rojiblanco lo dejó en el aire para no dar facilidades al rival. “No vamos a dar pistas. Veremos cómo se recuperan los jugadores, porque somos un equipo muy físico y algún cambio tendremos que hacer, pero veremos si son pocos o muchos”, sentenció Garitano.

LEKUE, FELIZ EN EL REGRESO Otra de las notas destacadas del derbi de ayer, más allá de la victoria, fue la reaparición de Iñigo Lekue. El deustuarra, a quien Garitano alabó al asegurar que “es un jugador que me gusta mucho”, confesó que “ganando todo sabe mejor y estoy contento por haber vuelto a jugar en San Mamés. He estado tranquilo en todo momento pese a las lesiones, sé que el míster confía en mí al ser un jugador polivalente que puedo jugar en varios puestos y me lo tengo que ganar para que me pueda poner”.