bilbao- El encuentro de esta tarde en el Benito Villamarín volverá a despertar todo tipo de recuerdos en Roberto Ríos (Bilbao, 1971), que se despidió del Betis en 1997 para fichar por el Athletic gracias a los 2.000 millones de pesetas que desembolsó Ibaigane por sus servicios. Casi dos décadas después y tras haber sumado cinco años como ayudante de Pepe Mel en el banquillo bético, el bilbaino lamenta los continuos cambios en la estructura del conjunto andaluz y elogia el poderío de los leones en las horas previas a un partido que prevé “bonito” e “igualado”.

Se han consumido ya tres meses de competición. ¿Echa de menos el día a día como segundo técnico?

-Sí, pero las circunstancias son las que son y tanto Pepe Mel como yo estamos esperando para elegir la mejor opción y no equivocarnos.

¿No ha pensado en convertirse en primer entrenador?

-Por ahora, no. Ahora mismo tengo claro que para serlo hay que tener unas determinadas características y por ahora estoy aprendiendo. Mi intención es seguir así.

Lo que está claro es que ha formado un buen tándem con Pepe Mel desde que ficharon por el Betis en 2010.

-Sí, de los seis últimos años, cinco hemos estado juntos en el Betis. Solo nos separamos cuando él fue a entrenar a Inglaterra en enero de 2014. Yo no pude ir por un tema personal. Si se hubiese quedado allí, Pepe me habría incorporado a su equipo para la siguiente temporada, pero decidió no continuar.

Las dos ocasiones en las que fueron contratados por el Betis, en 2010 y 2014, dieron un resultado extraordinario. No tendrán quejas de ustedes en el Villamarín.

-La primera vez cogimos el equipo en Segunda, ascendimos, lo mantuvimos en Primera, lo metimos en Europa y en la cuarta temporada nos cesaron al no ir tan bien las cosas. Cuando regresamos al Betis en diciembre de 2014, volvimos a ascender al equipo y al año siguiente, cuando supuestamente era una temporada para estabilizar el proyecto y estábamos a cinco puntos del descenso, decidieron destituirnos. Son situaciones difíciles, pero el fútbol es así.

Le dolería, de todos modos. Suena cruel.

-Claro que duele. Siempre fastidia una destitución, pero más aún si es en el equipo en el que te has criado y hacia el que tienes un sentimiento especial, como es mi caso.

Desde la distancia da la sensación de ser un club inmerso en una especie de caos, sin estabilidad. ¿Cómo es visto desde dentro?

-En nuestro periplo al frente del primer equipo tuvimos unos cuantos presidentes y varios directores deportivos. Hay una situación extrajudicial que marca un poco el día a día del club, porque la entidad ha llegado a pasar por una Ley Concursal, pero el Betis es un club grande y en el momento que se arreglen todos esos problemas, seguro que encuentra esa estabilidad que es cierto que no ha habido en los últimos años.

Esta temporada ya ha habido un cambio de técnico. Se fue Poyet y llegó Víctor Sánchez del Amo.

-La exigencia del club para esta temporada es quedar entre los diez primeros, un objetivo difícil. Entendían que con Poyet no iban a conseguirlo y apostaron por Víctor, que utiliza otro sistema de juego y está confiando en jugadores que no estaban siendo muy utilizados por el entrenador anterior.

No parece que se haya perdido ningún partido del Betis. ¿Sigue también la pista al Athletic?

-Sí, lo sigo desde la distancia. La semana pasada estuve en Bilbao y me acerqué hasta Santander para ver el partido de Copa contra el Racing. Me gusta que le vayan bien las cosas al Athletic y ahora llevan unos años muy buenos.

Se habla mucho del juego del equipo, pero los resultados están ahí.

-Y es lo fundamental, al fin y al cabo. Si juegas muy bien y no ganas, se hablaría de que los resultados no son buenos. El fútbol es muy global a día de hoy y todo el mundo opina, pero que sigan muchos años así, porque lo que están consiguiendo es muy difícil.

¿Diría que es uno de los Athletic más poderosos que ha conocido?

-No sé, pero el año pasado perdimos como locales 1-3 contra ellos y demostraron ser un equipo con muchos recursos y muy completo. Dominan muchas facetas del juego, como el balón parado por ejemplo, pero también saben jugar al contragolpe gracias a la velocidad de algunos jugadores y están capacitados para realizar transiciones rápidas. Es un muy buen equipo.

¿Se ve a sí mismo en el banquillo local de San Mamés como primer o segundo entrenador?

-Bueno, nunca se sabe (risas). Como he dicho antes, ahora mismo no me planteo estar como primer entrenador en ningún equipo.

Sigue siendo el fichaje más caro de la historia del Athletic. ¿Qué le dice eso casi dos décadas después?

-Que ojalá tuviera ahora veinte años menos (risas). Eso sería lo mejor, pero aquello es algo que siempre quedará ahí. El Athletic lleva unos años que ha entrado en una buena dinámica en la que, además, ha sacado mucho dinero por algunos jugadores, algo que no solía ocurrir antes. Son momentos que se dan y el mío ahí está, aunque seguro habrá un día en el que pague más por otro jugador.

¿Cómo recuerda sus seis años en Bilbao?

-Con muchísimo cariño, porque tenía otras opciones pero quise ir al Athletic porque era un sueño para mí. El primer año jugué y conseguimos la clasificación para la Champions. Después dejé de jugar tanto y no hay que echar siempre la culpa a los demás, porque yo no estuve al nivel que tenía que estar por ciertas circunstancias. El recuerdo, no obstante, es inmejorable.

El actual jefe de la defensa es Laporte. ¿Encuentra alguna semejanza con usted?

-No, somos diferentes. De hecho, cuando estaba en el Betis yo jugaba como mediocentro defensivo, una posición en la que jugué muy poco en el Athletic. Laporte es un central puro, con una zurda muy buena y unas condiciones extraordinarias. Este año, además, ha dado un paso al frente al apostar por el Athletic cuando tenía la opción de salir, lo cual es un motivo de satisfacción.

¿Qué opina de Yeray?

-El año pasado no fue sencillo para él al descender con el filial, pero en el primer equipo lo está haciendo muy bien. Es una alegría tremenda ver que un chaval de la casa tenga ese empaque para ganarse tan rápido la confianza de la gente. Seguro que va a estar ahí muchos años.

¿Cuál cree que es el techo del Athletic?

-Eso lo marca un poco el nivel de los demás, no solo el propio. Esta temporada vuelve a aspirar a entrar en Europa y el año que alguno de los que suelen estar más arriba flojee, puede entrar en Champions. La ventaja del Athletic es que tiene un equipo hecho desde hace muchos años y que los chavales que van subiendo desde abajo aumentan la competencia.

Hoy visita a un Betis necesitado. ¿Qué tipo de partido prevé?

-Será bonito y disputado, seguro. El Betis está ahora con el ánimo algo más alto y le meterá ritmo al juego. El Athletic siempre lo hace, por lo que quien más acertado esté en las áreas se llevará el gato al agua

¿Tendrá el corazón dividido o pesará más todo lo que ha vivido en el Betis?

-Que gane el mejor, aunque el Betis está ahora mismo más necesitado de puntos que el Athletic y por aquí vendría muy bien sacar el partido adelante para ganar en tranquilidad.