Bilbao. Criados deportivamente bajo el abrigo del Athletic y con Lezama como universidad en la que aprender a descifrar los entresijos del complicado mundo del fútbol, tres exrojiblancos atienden la llamada de este periódico para analizar la situación en la que quedan quienes se ven empujados a fajarse como cedidos en otro club.
Casos como los de Iñigo Ruiz de Galarreta, Jonás Ramalho, Raúl Fernández, Iñigo Pérez, Unai Albizua -con su futuro aún sin resolver- y, en cierto modo, Jon Aurtenetxe, resultan conocidos para César Caneda (Gasteiz, 1978), Jon Pérez Bolo (Bilbao, 1974) y Aritz Solabarrieta (Ondarroa, 1983). Este último, con la particularidad de haber ascendido al primer equipo rojiblanco de la mano de Ernesto Valverde en 2004, es quien mejor conoce el proceder del de Viandar de la Vera y el primero en subrayar que "pase lo que pase nunca hay que perder la confianza". Una máxima a la que también se agarran Bolo y César, compañero ahora de Ruiz de Galarreta en el Mirandés.
Allí, junto con otros exrojiblancos como Koikili o Igor Martínez, ambos se fajan impregnados de la marca Athletic. "Iñigo es un chaval fantástico; es algo tímido con quienes no conoce bien, pero tiene la cabeza muy bien amueblada y ojalá esta cesión le sirva para sumar minutos y nos ayude a nosotros a conseguir nuestro objetivo", apunta César Caneda, quien además de resaltar la calidad de Galarreta, incide en la necesidad de aprovechar "al máximo" el año en el que se sale cedido desde el Athletic. No en vano, su propia experiencia, con cesiones al Salamanca, Sevilla y Racing, demuestran que "se puede aprender muchas cosas lejos de Bilbao".
De hecho, tras adquirir el rol de titular en los tres citados clubes en los que se empleó en Segunda División, el defensa gasteiztarra vio cómo las puertas del Athletic se le volvían a abrir de par en par. "Tuve la oportunidad de estar tres temporadas más en el Athletic y, aunque no terminé de contar con los minutos suficientes, aquellas cesiones previas me sirvieron para formarme y aprender a valorar otras cosas; fueron experiencias muy positivas para mí", recalca César, que no tiene duda de que "si te dicen que no vas a tener minutos en el equipo, lo mejor es buscarlos en otro lugar, hacerlo lo mejor posible fuera y optar a un regreso en las mejores condiciones posibles".
Con un ojo puesto en Bilbao
El objetivo, común para todos aquellos jugadores que emigran en busca de oportunidades, atañe en la actualidad a cinco jóvenes leones, a la espera de que se resuelva el futuro más inmediato de Albizua. "Lo que siempre se debe intentar hacer es aprovechar la oportunidad que da el Athletic para jugar en otro club", apunta Jon Pérez Bolo, que confiesa que "siempre se tiene un ojo puesto en lo que sucede en Bilbao", amén de recordar como "muy positivas" sus tres cesiones a Osasuna (1996-97), Hércules (1997-98) y Rayo Vallecano, en 1999.
Salidas que, sin embargo, no posibilitaron el regreso definitivo del ariete bilbaino a la entidad rojiblanca, circunstancia que el propio Bolo achaca a que "en aquella época los puestos de arriba estaban muy caros con jugadores como Ismael Urzaiz, Joseba Etxeberria, Santi Ezquerro o Julen Guerrero en el equipo". Fueron años de notable competencia en la parte ofensiva del Athletic, que vio cómo Bolo debía hacer las maletas definitivamente para encontrar la continuidad deseada en el Rayo Vallecano. "Eso es lo que todo jugador busca al final, aunque cuando sales cedido siempre se quiere hacer el trabajo lo mejor posible para no defraudar al equipo que ha apostado por ti y volver a tu club en las mejores condiciones posibles".
Con el objetivo de sumar minutos fuera para volver más curtido a la disciplina rojiblanca se vio empujado a marcharse Aritz Solabarrieta en 2005. El centrocampista de Ondarroa, con las botas de futbolista aún puestas, tuvo un paso fugaz por la primera plantilla del Athletic, gracias a la confianza que depositó en él Ernesto Valverde. "Fue un año fantástico; después de estar en Lezama desde los 12 años, para mí significó cumplir un sueño, aunque a la temporada siguiente, con la marcha de Ernesto y la llegada de Mendilibar, tuve que salir", recuerda Solabarrieta, quien a la hora de aconsejar a los rojiblancos que asoman ahora como cedidos, tiene muy claro que "es una situación complicada, pero hay que saber entender siempre en qué situación te encuentras y dar lo máximo allá donde vas".
Y para ello, el de Ondarroa, que subraya que "en el fútbol muchas veces es cuestión de coger el tren apropiado y saber aprovechar las oportunidades que se presentan", hace hincapié en que "es muy importante ir a un equipo en el que sepas que el entrenador tiene la intención de contar contigo, aunque después hay que devolver esa confianza en el campo para intentar regresar y quedarte en casa".