El primer ministro italiano, Mario Draghi, confirmó este martes que tanto la Unión Europea e Italia han constatado la reducción del suministro del gas ruso tras la guerra en Ucrania y propuso imponer un techo a su precio para frenar la inflación.

"En los últimos días Rusia ha reducido el suministro de gas a Europa y a Italia. Pero desde el inicio de la guerra nuestro Gobierno se ha movido con rapidez para encontrar fuentes alternativas al gas ruso", defendió Draghi en una comparecencia parlamentaria, previa al Consejo Europeo de esta semana.

La semana pasada el grupo energético italiano ENI, controlado por el Estado al 30 %, informó de que la rusa Gazprom solo estaba enviando el 50 % de los suministros de gas solicitados.

Italia importa el 90 % del gas que consume y hasta el estallido de la guerra ucraniana el 40 % procedía de territorio ruso pero ahora está intentando reducir esta dependencia, firmando acuerdos con Argelia, antes su segundo suministrador y ahora ya el primero.

También se han firmado acuerdos con Azerbaiyán, con República del Congo o Catar, y se han anunciado inversiones en renovables: "Gracias a estas medidas podremos reducir significativamente nuestra dependencia del gas ruso ya desde el próximo año", anunció hoy.

Draghi, economista y expresidente del Banco Central Europeo, explicó en el Senado que en la UE "la evolución del precio de la energía está en la base del aumento de las tasas de inflación de los últimos meses".

"Para frenar el aumento general de los precios y proteger el poder adquisitivo del ciudadano es esencial actuar también, y subrayo 'también' porque los campos de acción son varios, sobre la fuente del problema y contener el encarecimiento del gas", emplazó.Un techo al precio del gas ruso

En su opinión, los Gobiernos "tienen herramientas para hacerlo" e insistió, como "solución", en la "imposición de un techo al precio del gas ruso".

Una medida que además "permitiría reducir los flujos financieros hacia Moscú", reforzando así las sanciones.

La Comisión Europea deberá verificar la posibilidad de introducir un "control o techo" al precio del gas ruso pero Draghi aseveró que la iniciativa "se ha convertido en aún más urgente a la luz de la reducción de los suministros por parte de Moscú".

"Los suministros se han reducido, el precio aumenta, Moscú ingresa lo mismo pero la dificultad para Europa aumenta vertiginosamente", ilustró.

Desde el año pasado Italia ha desembolsado alrededor de 30.000 millones de euros en ayudas a familias y empresas, en parte financiadas por una tasa extraordinaria sobre los beneficios de las grandes empresas energéticas.