- El temor a una guerra comercial entre el Reino Unido y la Unión Europea (UE) ha vuelto a elevarse ante la renovada amenaza del Gobierno británico de tomar medidas unilaterales para derogar partes del Protocolo para Irlanda del Norte que acordó con Bruselas.

El primer ministro británico, Boris Johnson, visitará Belfast hoy para tratar de desbloquear la formación del Gobierno autónomo, congelado por la negativa de los unionistas a entrar en un Ejecutivo de poder compartido si no se eliminan los controles de mercancías y otras medidas incluidas en los acuerdos del Brexit.

Downing Street, su despacho oficial, avanzó que el primer ministro recalcará la necesidad de “actuar” si la UE no se aviene a renegociar el Protocolo que entró en vigor hace 18 meses, mientras que el ministro de Exteriores de la República de Irlanda, Simon Coveny, alertó de que “el camino de la confrontación y la acción unilateral” no “contribuirá a la paz y la seguridad”.

Londres sopesa anunciar mañana una legislación que le otorgaría poderes para dejar de aplicar partes del controvertido Protocolo, según revela The Times, al tiempo que mantiene abierta la posibilidad de invocar el artículo 16 del acuerdo, que permite a una de las partes suspender disposiciones que en su opinión estén dañando la economía o el tejido social en su territorio.

La Unión Europea no ha especificado de manera oficial los pasos que planea dar si Londres incumple unilateralmente el protocolo, aunque durante meses ha estado sobre la mesa la posibilidad de imponer tarifas sobre productos británicos e incluso suprimir por completo el Acuerdo de comercio y cooperación que rige las relaciones entre ambos lados del canal de la Mancha tras el Brexit.

El ministro británico de Empresas, Kwasi Kwarteng, sostuvo ayer que iniciar un conflicto arancelario “depende de la UE”. “Nosotros pensamos que sería completamente contraproducente si quieren entrar en una guerra comercial, pero depende de ellos”, afirmó.

Kwarteng subrayó además que cualquier nueva tarifa debería someterse a un proceso de arbitraje y tardaría “mucho tiempo” en entrar en vigor. “El artículo 16 (del protocolo) permite actuar unilateralmente y, en último término, debemos estar preparados para invocarlo”, agregó.

El diputado de la oposición laborista Ed Miliband alertó por su parte de que “una guerra comercial en este momento sería lo peor que podría ocurrir”.

El diario The Times ha revelado detalles sobre un texto que daría cobertura legal al Gobierno para dejar de aplicar, o bien no implementar, ciertas partes del Protocolo, muchas de cuyas disposiciones Londres no ha llegado a poner en marcha y ha retrasado sine die.

El proyecto, que puede ser debatido hoy por el gabinete de Johnson, prevé limitar los controles de mercancías entre Irlanda del Norte y Gran Bretaña, y permitir que los productores de alimentos en la región británica se alejen de los estándares comunitarios.

También elimina el papel del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) en las disputas comerciales norirlandesas, así como la obligación de que el Gobierno británico cumpla en Irlanda del Norte las normas comunitarias sobre subsidios estatales.

El tramitación parlamentaria de esa ley sería previsiblemente compleja, especialmente en la Cámara de los Lores (Alta), donde los conservadores no cuentan con mayoría. Su aplicación podría requerir además en la práctica la aprobación de legislación secundaria.

Fuentes de Downing Street detallaron que “podría llevar un año cambiar la ley”. Además hay opiniones encontradas en el Ejecutivo sobre acerca de si eso nuevos poderes que otorgará la legislación deben ser utilizados. l