El Partido Socialista (PS) ganaría las elecciones anticipadas que se celebrarán en Portugal el 30 de enero según el último sondeo, en el que aumenta su ventaja respecto al líder de la oposición conservadora, el PSD (centroderecha), mientras que la ultraderecha se alza como tercera fuerza.

Los socialistas tienen una intención de voto del 40 %, tres puntos porcentuales más que en la última encuesta, y abren distancia con el PSD, que obtendría el 26 % (3 puntos menos), según un sondeo publicado este sábado por el semanario Expresso.

El PS en solitario tiene una intención de voto similar a la de todos los partidos de la derecha juntos. Aun así, necesitaría de sus antiguos socios, el Bloco de Esquerda (5 %) y la Coalición Democrática Unitaria (CDS, que junta a comunistas y Verdes, con 6 %) para superar la barrera del 50 %.

El partido que más sube es el ultraderechista Chega, que actualmente sólo tiene un diputado en el Parlamento pero se convertiría en la tercera fuerza nacional, con el 10 % de los votos (cuatro puntos porcentuales más).

CAE LA VALORACIÓN DE LOS LÍDERES

El sondeo, basado en 800 entrevistas realizadas entre el 21 de octubre y el 1 de noviembre, en medio de la crisis política abierta por el rechazo del Presupuesto para 2022, también incluye valoraciones de los principales líderes políticos.

El primer ministro, el socialista António Costa, sufre la mayor caída y tiene una valoración de 5,4 (sobre 10), ocho décimas menos que en la encuesta anterior. El resto de líderes de la izquierda también caen tras el rechazo del Presupuesto: la del Bloco, Catarina Martins, fue puntuada con un 4 (-0,3) y el comunista Jerónimo de Sousa con un 3,7 (-0,1).

En la derecha, el presidente del PSD, Rui Rio, que en dos semanas se bate en primarias con el eurodiputado Paulo Rangel, obtuvo un 4,3 (-0,6). El presidente del país, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, sigue siendo el líder mejor valorado, con un 7,1.

Portugal celebra elecciones anticipadas el 30 de enero, después de que el Gobierno socialista no consiguiese sacar adelante las cuentas para 2022, que fueron rechazadas por la derecha y por sus antiguos socios de la izquierda.