Salah Abdeslam, el principal acusado por los atentados del 13 de noviembre de 2015 en París, que incluye la masacre del Bataclan, se quejó en la primera jornada de juicio de que a los encausados que están en prisión los tratan "como a perros".

El presunto terrorista de 31 años intervino, sin que el tribunal le hubiera dado la palabra, cuando los abogados de Farid Kharkhach, otro de los acusados que se encuentra también encarcelado, hubieran reclamado un cambio en las condiciones de su cliente, del que dijeron que sufre depresión.

Abdeslam se puso en pie y reprochó al tribunal el régimen al que está sometidos en prisión: "Peligrosos o no, somos hombres, somos seres humanos. Tenemos derechos. Nos tratan como a perros".

"Hace más de seis años que me tratan como a un perro. No me he quejado por una sola razón, porque cuando muera, resucitaré", añadió.

El presidente del Tribunal de lo Criminal de París, Jean-Louis Péries, lo interrumpió y trató de hacerlo callar con un tono de ironía al señalar que "no estamos en un tribunal eclesiástico".

Registros desnudo

El incidente había tenido su origen en las peticiones de dos letrados de Kharkhach, que habían hecho hincapié en que su cliente había tenido que someterse desnudo a dos registros consecutivos para la audiencia.

Igualmente, incidió en el régimen de aislamiento que se le aplica pese a que no lo consideran peligroso, y en las condiciones en la cárcel, que el mismo Péries había podido comprobar en una visita que hizo.

No fue la única provocación del día de Abdeslam en esta primera jornada del proceso, en el que están inculpados 20 hombres por su supuesta implicación, en diversos grados, en los atentados contra el Bataclan, contra seis terrazas de París y contra el Estadio de Francia, en el que fueron asesinadas 130 personas y varios cientos resultaron heridas.

Nada más empezar la audiencia, cuando el presidente del tribunal iniciaba con él las habituales verificaciones de identidad de los encausados, el joven franco-marroquí antes de contestar a nada dijo que "no hay más dios que Alá y Mahoma es su profeta".

Además, cuando unos segundos después Péries le interrogó sobre en qué trabajaba, replicó que había abandonado toda otra profesión para convertirse "en un combatiente del Estado Islámico".

El juicio debe prolongarse hasta finales de mayo del año próximo. Con los delitos por los que está acusado, Abdeslam podría ser condenado a cadena perpetua.