BILBAO. El aviso del robo fue recibido minutos antes de las tres de esta pasada madrugada, cuando la Ertzaintza fue informada de que un individuo había entrado en un bar de la calle Correos, en Portugalete, armado con un machete de grandes dimensiones.

Una patrulla se personó en el local, donde el propietario les relataba que, efectivamente, el individuo había entrado en el bar armado con un machete, pero él mismo se le había enfrentado y había conseguido desarmarlo, provocando con ello que el sospechoso huyese a la carrera en dirección hacia la calle Zuberoa. Nadie había resultado herido.

Además, el propietario informaba a los agentes de que el individuo debía llevar al menos otro machete y un cuchillo, pues había creído verlos durante el forcejeo.

Con esta información, los agentes se dirigieron hacia la calle indicada donde, instantes después, una mujer, en un estado de notable nerviosismo, les informó de que un individuo, armado con un machete y un cuchillo, había entrado en un restaurante cercano, en la calle Gipuzkoa, y había exigido que le entregaran el dinero de la caja, produciéndose una pelea.

Al llegar a este local, los agentes podían ver cómo dos hombres se encontraban sobre un tercero tumbado en el suelo, que sangraba de la cabeza.

Los presentes relataron a los ertzainas cómo el individuo había entrado armado con las armas citadas y había exigido que le entregaran el dinero de la caja, momento en que dos clientes se habían abalanzado sobre él, forcejeando y consiguiendo arrebatarle las armas blancas.

En el forcejeo, el grupo se había caído sobre las mesas violentamente, de manera que el asaltante se había golpeado la cabeza, produciéndose una brecha sangrante, mientras que uno de los clientes se había luxado un hombro.

Los ertzainas pidieron sendas ambulancias para que fueran atendidos los heridos y, tras identificar a los implicados, detuvieron al presunto asaltante, un varón de 43 años, bajo la acusación de un delito de robo con violencia e intimidación.