estudiantes a Residencia Universitaria Livensa Living Bilbao."Vuelven a casa para el fin de semana"Tania Viadas, directora del alojamiento

La vida de los estudiantes fue una de las que más cambió con la pandemia. El cierre de lo colegios y universidades y la implantación de las clases on line. Muchos universitarios que estaban cursando sus carreras fuera de casa tuvieron que volver. Con ello, las residencias de estudiantes y los pisos en alquiler para estos se vieron seriamente afectados. Sin embargo, el descenso de casos y el alto el volumen de vacunados ha hecho que la vida universitaria vuelva, poco a poco, a su ser.

Lucía García, Elvira Díaz, Begoña Rodríguez e Irene Rovira son algunas de las estudiantes que se alojan en la residencia dirigida por Tania. Desde Barcelona, Burgos, Asturias y Jaén han decidido continuar sus estudios fuera de casa "ahora que la situación está mejorando". Aseguran que el año pasado el covid sí hubiera influido en su decisión de estudiar fuera de su casa pero confiesan que "este año, al estar prácticamente todos vacunados, no hemos reparado en la pandemia para escoger".

Sala de cine, gimnasio, comedor común, zona recreativa, lavandería... La residencia Livensa Living da la oportunidad a todos sus residentes de hacer una infinidad de actividades, como si de una vida sin covid se tratara, aunque la mascarilla y el gel son ya un imprescindible en todas ellas.

"En la residencia se cumplen todas las medidas, usamos mascarilla y mantenemos la distancia entre los grupos con los que no estamos habitualmente en contacto", aseguran. Confiesan que lo que les ha hecho decantarse por alojarse en una residencia "ha sido tener independencia gracias a las habitaciones individuales pero no tenerla en exceso ya que es la primera vez que estamos fuera de casa".

Irene y Elvira ya habían conocido la vida universitaria en prepandemia, ya que ellas cursan ahora un máster, y aseguran que las costumbres universitarias de antes del covid y las de ahora "se parecen mucho". Sin embargo, aseguran que aunque la normalidad vuelve poco a poco, hay que tener presente que seguimos en pandemia: "Muchas veces vemos que hay gente que se junta y está de fiesta y piensas yo no me metería ahí ni loca; eso es algo que va en la personalidad de cada uno".

Anna Frandsen también ha decidido cursar sus estudios fuera de casa, aunque en su caso hay más de 2.000 kilómetros de distancia. Salió hace un mes de Dinamarca, donde debido al escaso número de contagios todas las restricciones han sido eliminadas, para continuar su carrera de Relaciones Internacionales con un erasmus en la Universidad de Deusto en Bilbao.

Ella hubiera preferido salir de Europa pero el covid no se lo ha permitido. Asegura que la villa ha superado sus expectativas y que aquí vuelve a vivir la vida universitaria de forma similar a la época precovid. "El sentimiento de miedo que podía tener hace un año se ha transformado más en el de precaución, por lo que esto ayuda a que tengamos una vida universitaria plena en nuestro día a día", confiesa.

"El sentimiento de miedo que podía tener hace un año se ha transformado en algo más parecido al de la preocupación"