Los gasteiztarras se han resignado, por segundo año consecutivo, a no celebrar sus fiestas patronales y ayer respetaron el llamamiento a no acudir por la tarde a la plaza de la Virgen Blanca, el epicentro de la fiesta cualquier 4 de agosto sin covid.

A las seis de la tarde, momento en el que el chupinazo inaugura casi seis días de fiesta con la bajada del mítico Celedón desde la torre de la iglesia de San Miguel, el aspecto de la céntrica plaza invitaba poco a pensar que ayer miércoles era el día que era.

Al igual que el año pasado, la Ertzaintza y la Policía Local desplegaron un dispositivo de seguridad para impedir el acceso a la plaza y evitar aglomeraciones en las inmediaciones, sin que se registraran incidentes.

De hecho, fueron muy escasas las personas que se acercaron a los puestos policiales que cerraban los accesos a la plaza.

Una plaza, que cualquier 4 de agosto acoge a esas horas a unas 40.000 personas para dar la bienvenida a Celedón en medio de un jolgorio impensable en tiempos pandémicos, estaba desierta. Solo algunas personas, policías y periodistas, se podían ver en el lugar, vallado desde primeras horas de la tarde y hasta una hora después del no inicio de las fiestas.

El bullicio de otros años se tornó en un triste silencio, roto solo por algún cántico esporádico de la tradicional pieza que acompaña la bajada de Celedón entonado por vecinos del lugar asomados a los balcones de sus casas y por algunas personas que, desde alguna terraza de bares cercanos, se resistían a la evidencia. En los alrededores de la plaza, pocas señales de que ayer se tratara del día en el que tendrían que haber comenzado las fiestas. Quizás más gente en las terrazas de los bares que cualquier otro miércoles, pero no mucho más.

Eventos culturales

Aunque no hay un programa de fiestas al uso, a lo largo de estos días los gasteiztarras sí podrán disfrutar de algunos eventos culturales y deportivos con los que engañar un poco el ánimo. Serán varios puntos de la ciudad los que, con el aforo limitado y medidas de seguridad sanitarias, acogerán espectáculos musicales e infantiles. También habrá programación en el Teatro Principal, con el humor como hilo conductor de las representaciones, y exhibiciones de deporte rural y partidos de pelota, entre otras cosas.

Los multitudinarios y tradicionales Profesión de los Faroles, que se tendría que haber celebrado ayer por la noche, y el Rosario de la Aurora, hoy día de la Virgen Blanca, han quedado suspendidos, por segundo año consecutivo. Pero sí se celebrarán algunos actos religiosos en honor de la patrona de la ciudad, como ofrendas florales ante su imagen y la misa pontifical oficiada por el obispo de Vitoria-Gasteiz, Juan Carlos Elizalde.

La capital alavesa se vuelve a quedar sin fiestas patronales, por segundo año, con la vista puesta en el 4 de agosto de 2022. Es la primera de las tres capitales de la CAV que este verano se queda sin fiestas patronales por la pandemia, como antes ocurriera en Iruñea y Baiona.

En corto

Vallado. A las seis de la tarde, hora en la que los 4 de agosto la plaza de la Virgen Blanca aparece repleta de gasteiztarras, eran unos pocos curiosos los que se habían acercado a ver cómo los agentes policiales vallaban el recinto.

Algún cántico. El habitual bullicio fue roto únicamente por algún cántico suelto, pero fue el silencio el que marcó el desarrollo de una tarde que nada tuvo que ver con la estampa tradicional.

Cultura. Las 'no fiestas' tendrán, sin embargo, algunos eventos culturales de los que podrán disfrutar los gasteiztarras para quitarse al menos en parte el mal sabor de boca.

Capitales. Tras las suspensiones en Iruñea, Baiona y Gasteiz, Donostia y Bilbao esperan sus 'no Semana Grande'.