Por generaciones, el examen de ingreso a la Universidad ha sido el trance más angustioso al que se tiene que enfrentar cualquier estudiante en su vida académica, y el que pone a prueba su madurez. Aunque más del 90% de quienes se presentan al examen lo superan sin problema, muchos estudiantes se juegan mucho, tanto como poder acceder a la carrera de sus sueños. La situación de confinamiento y la incertidumbre sobre la prueba generada por el covid-19 hacen que la selectividad de este año sea la más atípica de los últimos tiempos. No obstante, la receta para no sucumbir ante el temor de quedarse en blanco es la misma de siempre: llevar el temario preparado, mantener los nervios a raya y, quizás, aplicar un poco de sentido del humor el día D.

Este año los estudiantes vivirán una Evaluación de Acceso a la Universidad (EAU) atípica. ¿Cómo puede afectar la pandemia al nivel de estrés de una prueba ya de por sí estresante?

—Aitor Aritzeta: El alumnado llega a la EAU con unos antecedentes de incertidumbre y enclaustramiento que han afectado a muchos ámbitos de su vida. Hay estudios que han observado que los niveles de estrés familiar han aumentado de manera significativa y que se han producido más conflictos intrafamiliares. Ha habido síndromes de enclaustramiento entre jóvenes que han tenido que anticipar situaciones de estrés, como es la selectividad. Hay que tener en cuenta que se van a enfrentar a una prueba muy compleja, de larga duración, que requiere hacer un repaso de conocimientos en los que, en algunos casos, no han tenido la oportunidad de profundizar o aprender de forma adecuada porque se han dado vía on line.

¿El estrés emocional puede afectar al rendimiento?

—A. A.: Dada la complejidad de algunos contenidos, la falta de apoyo entre iguales que han sentido, la falta de apoyo presencial de sus profesores y profesoras ha podido afectar a su capacidad de comprensión, así como a su capacidad de concentración en la propia prueba. Además, van a tener que mantener unas medidas de seguridad para evitar los contagios: mascarilla, distancia, etc. Por tanto, el contexto en el que se desarrollará la selectividad este año también les puede afectar. Entendemos que todos estos antecedentes pueden afectar de manera significativa al rendimiento académico que puedan mostrar en los exámenes.

Al menos, se han multiplicado las preguntas a elegir para que tengan más opciones…

—A. A.: Los estudiantes navarros que hicieron la semana pasada la EAU salieron con la sensación de que las pruebas habían sido algo menos difíciles de lo que habían anticipado. Yo creo que esta medida es un intento por ajustar los exámenes a las circunstancias excepcionales en las que estamos.

¿Cómo puede manifestarse este estrés en las emociones de los chavales?

—A. A.: A diferentes niveles. Quizás el más importante es el impacto en su capacidad de descanso o en la aparición de episodios de insomnio. También se pueden presentar dificultades en su capacidad para mantener, retener y evocar la información que hayan tenido que memorizar antes del examen. Pueden aparecer cuadros de cierta ansiedad y dificultades para mantener su equilibrio emocional. El estrés afecta a nivel físico, a nivel de concentración y de rendimiento académico, y se pueden dar respuestas ansiógenas ante situaciones de presión, como se supone que es la selectividad, porque la EAU es la llave de su sueño.

¿Existen técnicas para minimizar ese impacto psicológico?

—Goretti Soroa: Se nos ocurren propuestas a aplicar en dos momentos diferentes, los días previos al examen y durante el examen. Existen propuestas emocionales, como proyectarse al día del examen, técnicas de visualización, técnicas de respiración, de relajación, mindfulness y situarse más en el presente, porque tendemos siempre a pensar que todo va salir peor de lo que realmente vamos a hacer. La actitud es pensar en el aquí y ahora, en voy a dar todo lo que puedo porque he aprendido mucho y me he esforzado mucho. A nivel cognitivo, como la cabeza está saturada de mucha información, la idea es simplificar mediante esquemas, dibujos, usar fosforitos con la información más importante, organizar la información en base a un orden de prioridad. Y luego están las técnicas típicas de higiene del sueño, alimentación saludable, airearse, dar un buen paseo, tomar una ducha fresca y, a poder ser, tener un poco de humor el día del examen.

¿Algún tipo de consejo?

—A. A.: Llevamos muchos años investigando la capacidad de regulación emocional que tienen los jóvenes y sobre el manejo del estrés ante los exámenes. Hace unos años demostramos que si dedicas un minuto, solo un minuto, a hacer respiraciones cíclicas y profundas antes del examen se mejora el rendimiento académico un 18%.

Nota mental, hacer respiraciones cíclicas y profundas un minuto.

—A. A.: Hay una teoría, que se llama la teoría polivagal, que explica que el ser humano cuando hace este tipo de respiraciones activa el nervio vago, el quinto nervio craneal que va del cerebro, recorre todo el cuerpo y tiene terminaciones nerviosas en el corazón. Con estas respiraciones el nervio hace que se reduzca la frecuencia cardiaca y genera un estado de calma atenta que está relacionada con una activación suficiente para dar respuesta a las preguntas que se nos plantean y a su vez con una calma suficiente como para poder recordar aquellos contenidos que son efectivos para responder.

¿Qué tipo de respiración, de yoga, de pilates, apneas?

—A. A.: No estamos hablando de respiraciones diafragmáticas, que son muy complejas. Simplemente son respiraciones profundas y cíclicas un minuto antes empezar el examen. Antes de abrir el examen, cierra los ojos, respira cíclica y profundamente, anticipa el conocimiento que puedes tener y luego aborda la prueba. Esta es una de las técnicas más sencillas y efectivas que podemos aconsejar.

Aunque los verdaderos protagonistas y sufridores de la EAU son los chavales, las familias también desempeñan un papel importante, a veces para bien, y otras para mal. ¿Qué podrían hacer para que su refuerzo sea positivo?

—G. S.: Mucha paciencia, mucho cariño, que validen todas las emociones que puedan salirse un poco de la normalidad. Y es que estas emociones relacionadas con la ansiedad, el estrés, el enfado, la irritación de estos días son excepcionales ya que sus hijos e hijas se están jugando mucho. Los días previos, las familias tienen un papel muy importante sobre todo a la hora de respetar sus tiempos, sus espacios, de cuidarles mediante la alimentación, con los silencios en casa para favorecer la concentración, con comprensión y con mucho amor.

¿Haber regresado a las clases presenciales el último mes para preparar la prueba tras mes y medio confinados ha sido saludable?

—A. A.: Sin duda. Hace unos días me preguntaban si había que acabar el curso de forma presencial o a distancia. Hay que tener en cuenta los ciclos de aprendizaje y el ciclo de aprendizaje previo al acceso a la universidad es un cierre de ciclo fundamental. Tal y como decía Goretti, la sociedad tiene que ser consciente de que para los jóvenes que están enfrentándose a la EAU es un momento de sus vidas tremendamente importante porque muchos de ellos se están jugando el poder desarrollarse profesionalmente en un ámbito que desean.

Volver al aula ha normalizado la situación y enfoca al estudiante en la prueba, ¿no?

—A. A.: Haber vuelto a un contexto académico, tener la posibilidad de escuchar a sus tutores que más del 90% de la gente aprueba la EAU; tener la posibilidad de contrastar las dudas, las ansiedades e incertidumbres con sus profesores, que son una fuente de apoyo fundamental, ha sido importantísimo. E igualmente importante ha sido tener la posibilidad de compartir física y cercanamente ansiedades, angustias y miedos con sus amigos, con sus pares. Esto les ha ayudado mucho a reducir sus niveles de angustia. Creo que si hubieran tenido que salir de una situación de encierro al examen habría sido muchísimo más traumático que habiendo tenido un tiempo previo para compartir espacio y tiempo con sus compañeros y profesores.

El próximo curso, el apoyo emocional parece una parada ineludible para el alumnado, pero también para el propio profesorado.

—A. A.: Tanto Goretti como yo impartimos un curso en pleno confinamiento que denominamos Kit Psicocovid, con técnicas psicológicas de relajación para hacer frente al encierro. Aun sin saber si la vuelta al coleserá presencial, mixta u on line, entendemos que se va a necesitar que las propias instituciones pongan recursos de carácter psicosocial al servicio del alumnado y al servicio del profesorado que necesite de apoyo por los niveles de ansiedad y estrés que han vivido este curso y que, en algunos casos, han derivado en enfermedades psicosomáticas, insomnio, angustia y malestar. No tenemos datos exactos, pero es evidente que la ansiedad y el malestar se ha incrementado de forma muy alarmante en comparación con otros años.

El Gobierno vasco ofrece apoyo psicológico a las personas que no han podido hacer duelo y a los profesionales del ámbito sociosanitario. ¿Tendría que ampliar este servicio al profesorado?

—A. A.: Pienso que sería un acierto que el Gobierno vasco creara un comité de reflexión para analizar las necesidades que puedan tener estos ámbitos porque el personal sanitario y el personal docente son los dos colectivos que más sufren de burnout (síndrome del quemado), independientemente de esta pandemia. El año pasado la Organización Mundial de la Salud consideró el burnout como enfermedad laboral y en estas circunstancias las demandas al profesorado se han incrementado de forma espectacular por lo que el nivel de ansiedad ha sido altísimo. La Universidad del País Vasco tiene un Servicio de Psicología para el personal docente y de administración y durante estos meses hemos trabajado de forma muy intensa para atender y apoyar a los compañeros en el manejo de la ansiedad y estrés en el confinamiento. Pero no estaría de más que desde las administraciones públicas se pusieran recursos adicionales para aquella gente que lo necesita. Creo que sería muy necesario.

“Se va a necesitar que las instituciones pongan recursos psicosociales al servicio del alumnado”

“La ansiedad y el malestar se ha incrementado de forma muy alarmante en comparación con otros años”

“Sería un acierto que el Gobierno vasco creara un comité de reflexión para analizar necesidades”

“El enclaustramiento puede haber afectado a la capacidad de retener y evocar la información memorizada”

“Si hubieran tenido que salir del confinamiento al examen, hacer la EAU habría sido mucho más traumático”

“A las familias: paciencia, amor y que respeten las emociones que pueden salirse de la normalidad”