"Las perspectivas son mucho mejores que las que teníamos hace apenas unas semanas, pero no va a dejar de ser un año difícil. Lo perdido, perdido está", asegura Asier Pereda, presidente de Aparture, asociación que engloba a cerca de 600 viviendas turísticas de Euskadi, donde comienzan a vislumbrar cómo será este verano tan inusual. Por de pronto, observan que las reservas provienen de visitantes estatales y son más prolongadas en el tiempo. "La estancia va a ser más vacacional que turística", revela Pereda, quien anima a fidelizar a aquellos que opten por Euskadi: "Es la ocasión para seducir a muchos visitantes que este año nos van a dar una oportunidad".

Según el presidente de Aparture, el perfil del viajero que llegará a Euskadi es "muy interesante", ya que se trata de turistas que "en otro contexto se decantaban por destinos extranjeros y este año optarán por destinos que han estado significados históricamente por la calidad". A diferencia del arco mediterráneo, caracterizado por destinos de sol y playa masificados, considera que Euskadi parte de una posición ventajosa. "No tenemos que explicar que nuestra oferta turística está vinculada a la gastronomía, la cultura, el alojamiento de calidad...", opina.

Asimismo, desde Aparture perciben que las estancias "van a ser mucho más prolongadas", con permanencias de siete, diez o catorce noches. "Este año la tendencia es establecer tu base en algún municipio y después aprovechar para disfrutar del conjunto del territorio", indica el presidente de la asociación, en la que la media de estancias del año anterior se situó en cuatro noches. "Esto va a ser estratégico para el comercio local, la hostelería... Vamos a procurar traccionar a los clientes y que se distribuyan los flujos turísticos", expone.

Entre los aspectos positivos, señala que además no se han visto obligados a hacer ajustes de precios. "Donostia se sigue manteniendo en lo alto del ranking de precios medios, seguido por Ibiza y Marbella. Pero Bilbao se está acercando a un precio medio de 180 euros la noche en julio, pisando los talones a los destinos citados", expone. Con todo, también menciona que tratándose en su mayoría de reservas prolongadas y teniendo en cuenta que sus estructuras tarifarias varían en función del número de noches, facturarán "bastante menos" que el año pasado.