Buenos Aires. La soprano argentina Florencia Fabris sufrió un accidente cerebrovascular (ACV) mientras cantaba en un concierto y murió dos días después, el domingo 1 de septiembre.
Fabris, de 38 años, entonaba junto al coro Libera Me el final del Requiem de Giuseppe Verdi en el auditorio Juan Victoria de San Juan, unos mil kilómetros al noroeste de Buenos Aires, cuando sufrió un ACV y tuvo que sentarse para terminar la obra. Luego fue trasladada de urgencia a la ciudad de Mendoza, donde fue operada el sábado en el hospital Español. La cantante sufrió posteriormente una hemorragia cerebral masiva que le provocó la muerte en la tarde del domingo.
Fabris participaba el viernes en un espectáculo junto a otros tres solistas, la Orquesta Sinfónica de San Juan, el Coro de la Universidad de San Juan y el Coro de la Municipalidad de Mendoza, organizado para celebrar los cuarenta años de la casa de estudios sanjuanina.
El director del Coro de Mendoza, Ricardo Portillo, que dirigía a Fabris en su última actuación, declaró que "lo más impactante es que no se podía mantener en pie, pero continuó cantando. Fue una gran lección de profesionalismo", declaró.
La cantante, que tenía dos hijos de 7 y 9 años, se formó en el Coro de Niños del Teatro Colón de Buenos Aires. Se diplomó en Canto Lírico en el Conservatorio Santa Cecilia de Roma, donde estudió técnica vocal. En Argentina cursó la maestría de Canto Lírico en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón.
Su última profesora de canto, Alejandra Malvino, aseguró que Fabris "estaba en su momento más brillante, como una flor a punto de abrirse". "Apreciaba la obra que estaba haciendo porque tenía una voz verdiana: muchas cualidades de extensión y carácter dramático". >dpa