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"Queremos una escuela digital plurilingüe, pero no nos embarcaremos en un proyecto que navega sin rumbo"

Aurrekoetxea reflexiona sobre la deriva que ha tomado la enseñanza vasca desde que la socialista Isabel Celaá y su socio de Gobierno (PP) manejan los hilos de lo que estudiarán los escolares. En el punto de mira: Eskola 2.0, el Marco de Educación Trilingüe y la reforma del Currículum vasco

"Queremos una escuela digital plurilingüe, pero no nos embarcaremos en un proyecto que navega sin rumbo"Foto: J. M. MArtínez

Bilbao. El lunes, Patxi López e Isabel Celaá inauguraron el programa Eskola 2.0. ¿Qué les parece el plan?

Llega tarde y, lo que es peor, llega mal. La forma en que Eskola 2.0 se está implantando responde a una actitud obsesiva por demostrar a la opinión pública el cambio de gobierno. Medidas efectistas como ésta son las que están marcando la política del Gobierno de López y los resultados están a la vista. Ello, pese a que en junio Celaá anunció su intención de implantarlo en "tiempo récord".

En "tiempo récord" sí ha sido. Otra cosa es en qué condiciones...

Tras esa precipitación por ser los primeros hay una falta evidente de planificación, así que las medidas que han podido prever no llegan a tiempo y no llegan de forma ordenada. Nos encontramos en el tercer trimestre y ni siquiera han llegado todos los ordenadores, su entrega se pospone constantemente; primero era septiembre, después noviembre, luego febrero, y ahora Semana Santa. Si el reparto del equipamiento es lo más sencillo ¿qué podemos esperar del resto? El soporte humano y los contenidos digitales, que deberían ser el verdadero motor para cambiar la metodología docente, no están preparados.

En una coyuntura de recortes, hay quien se sorprende de que se decida invertir 12 millones de euros en un plan dirigido a 19.000 estudiantes. ¿Era necesario, es el momento?

Lo realmente grave es que Celaá ha frenado la digitalización de 264 centros -no grupos de 5º de Primaria- porque se les ha retirado la consignación en los Presupuestos de 2010. En su lugar ha importado un programa de la Administración española que decide que se digitalicen las aulas de 5º y 6º Primaria en todas las CC.AA., sin tomar en consideración la madurez tecnológica que ha logrado Euskadi en los últimos 20 años. Un dato, Euskadi homologó en 1985 -antes que Japón y Estados Unidos- el PC como elemento educativo, y desde entonces ha habido una progresiva implantación de las TICs en los centros. Por contra, Eskola 2.0 pretende ser un desembarco masivo, rápido, "en tiempo récord"... ziztu bizian, pero como suelo decir: ziztubizian como mucho dantzan. En Educación la filosofía del "tiempo récord" no lleva a ningún lado, al menos a ningún lado bueno.

¿Eskola 2.0 tiene el respaldo de la comunidad educativa?

Tanto en la pública como en la privada dicen: Por favor, miren ustedes qué es lo que tenemos y nuestra voluntad de seguir en la senda digital que llevamos trabajando. Esta ruptura se debe a que Escuela 2.0 es un programa importado que responde a otros intereses. Tenemos la certeza de que van a venir más programas de este tipo, bienvenidos sean, pero cualquier nueva iniciativa debe tener en cuenta la realidad de nuestro sistema educativo, sus necesidades y la labor que han realizado los agentes educativos en todos los ámbitos.

Sólo tres de los diez materiales adquiridos son vascos. El sector editorial critica que sólo tuvo 15 días para prepararlos. Con esta premisa, ¿está garantizada su calidad?

Los contenidos no son suficientes, lo reconoció Celaá antes del concurso, y siguen sin ser suficientes después. La convocatoria pública no es sólo que haya sido improvisada y se haya producido en el segundo trimestre, sino que además ha sido exprés. Ello ha favorecido que se acepten proyectos ya existentes y se abra la puerta a empresas de fuera. Lo único que pretendía Educación es que cuando los chavales encendieran los portátiles tuvieran algo dentro, sin importar su calidad o sus objetivos educativos. Todos los problemas que se plantean son consecuencia de la falta de planificación y precipitación.

Habla de precipitación, lo cual contrasta con el "poco a poco" con que la consejera pretende la superación del sistema de modelos. ¿Qué opina del Marco de Educación Trilingüe (MET)?

Sólo sé que en materia lingüística Celaá lo tiene muy complicado, bastante más que con Escuela 2.0. Ante todo el MET es una propuesta que satisface a su socio de Gobierno y al pacto por el cambio en Educación.

¿Es solvente?

Los socialistas presentan un proyecto experimental -euskera, castellano, inglés- en 40 centros conlavocación de generalizar la experiencia al resto del sistema educativo en el plano de tres años, es decir, en pleno periodo electoral. La propuesta tiene numerosas lagunas y aspectos sin concretar, por tanto, es imposible su generalización.

¿En qué sentido?

No compartimos el punto de partida del proyecto, no fija los objetivos lingüísticos a alcanzar, ni los medios son los apropiados. Y, sobre todo, no garantiza el objetivo fijado por nuestra legislación, según la cual el alumnado ha de adquirir una competencia suficiente en las dos lenguas oficiales cuando finalice la Obligatoria.

Sin embargo, Celaá presenta el MET para "fomentar el euskera, garantizar el bilingüismo y activar el inglés".

Una cosa es decirlo y otra hacerlo, como en Eskola 2.0. En primer lugar, el punto de partida del Gobierno no es el correcto. Celaá sostiene que la euskaldunización es un proceso que ha culminado; pero es obvio que la escuela ha de seguir euskaldunizando. Este punto de partida trata de asimilar todos los modelos aunque sabemos cuál garantiza mejor el aprendizaje de las dos lenguas oficiales, y cuál no. Por otro lado, no se ha concretado el nivel de euskera que deberán alcanzar los grupos. Esto es fundamental para poder contrastar y evaluar los resultados y modificar lo que se deba de modificar. Establecer objetivos no es una obsesión nuestra, sino que responde a algo simple: si pretendemos que el sistema sea eficaz es necesario definir cuál es el nivel de competencia suficiente para comunicarse en euskera y en castellano para poder poner los medios precisos. Y ahí está el quid de la cuestión. En esto no se va a poner de acuerdo con el PP.

¿Podría tener el acuerdo con el PNV?

Estamos dispuestos a hablar, queremos una escuela digital plurilingüe, pero no nos vamos a embarcar en un proyecto que navega sin rumbo y sin objetivos. Cualquier cambio de marco ha de ser para mejorar ostensiblemente los resultados del sistema de modelos actual. Se tiene que obtener con un amplio consenso, como mínimo similar al que obtuvo el sistema actual. El PSE nos quiere de compañeros mediáticos de viaje. Pero su compañero es el PP. Aquí están las condiciones.

Por tanto, ¿no se trata de un olvido fortuito, sino que Celaá no ha fijado los objetivos para evitar el conflicto -con el que se topó Tontxu Campos- y posponer la superación del marco hasta las elecciones?

Entiendo que sí. Es más sencillo hablar sin concretar ya que en la medida que no concretas no te atas. Pero el trilingüismo no puede ser una herramienta política en sus manos para mantener a su socio contento. Y corremos ese riesgo.

¿Qué debe variar Celaá para encontrarles en el camino?

Creo que debe hablar claro. No nos puede tener tres años con el marco trilingüe sin concretar los objetivos, sin poner sobre la mesa la formación del profesorado, los materiales, los recursos necesarios para garantizar el aprendizaje de las dos lenguas oficiales. No estamos dispuestos y no vamos a aceptar que esto se ponga en marcha de una manera imprecisa, acientífica y carente de la seriedad que debe tener un proyecto que afectará a 40 centros que tienen que abrir la puerta todos los días. Esto no se puede convertir en otra Escuela 2.0 que arranca sin saber qué queremos conseguir, cómo lo vamos a conseguir y dónde queremos llegar.

¿La distribución horaria del 20% para cada una de las tres lenguas garantiza el aprendizaje de euskera?

No. La experiencia acumulada en los últimos treinta años nos indica que un mínimo de un 20% de horas dedicadas a la lengua que se halla en la situación más débil no es suficiente para aprender las dos lenguas oficiales. Entonces, algo no funciona si de partida das a las tres lenguas el mismo horario mínimo. Es insuficiente e inflexible.

Pero... ¿por qué exponer la escuela vasca a ese riesgo?

No nos han respondido o no nos pueden responder aunque al PP ya le hemos escuchado... ¿Qué es el conocimiento mínimo en un idioma? ¿El suficiente para no perderse en la calle? Insisto, estamos a favor de impulsar el inglés porque es una demanda social, porque las familias quieren que sus hijos sepan inglés, pero también han demostrado que quieren que sepan euskera y castellano en el periodo de matriculación y nadie ha podido manipular ese deseo. La voluntad de las familias vascas es clara y creemos que el MET no responde a la voluntad de las familias vascas.

¿El MET tiene apoyos necesarios?

No.

¿El pacto de Celaá con el PP impide el acuerdo con el resto?

Sí, absolutamente. Celaá quiere su apoyo sin hablar claro con su socio mientras busca acuerdos fuera.