“Consideraría una irresponsabilidad que la UE y los Balcanes Occidentales no tuviéramos la altura de miras suficiente para recorrer con determinación un camino convergente que nos lleve a compartir, al final del trayecto, un proyecto político, económico y social de una Europa soberana basada en los valores de la paz, la libertad, la democracia y la justicia social. La seguridad estratégica de Europa está en juego”. Así se manifestó ayer desde Kotor (Montenegro) el presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, donde abogó por dar un impulso a la integración de Montenegro, Serbia, Bosnia-Herzegovina, Albania, Macedonia del Norte y Kosovo en la Unión Europea. El líder jeltzale, que participó en un seminario del Instituto Demócrata Europeo (IED) junto al burukide responsable del Área de Acción Exterior y director del IED, Mikel Burzako, expresó su satisfacción, “como representante de una nación sin Estado”, por visitar Montenegro, “una vieja nación pero un joven Estado que, pacíficamente, conquistó su libertad nacional a través de la libre voluntad mayoritaria de sus ciudadanos, expresada en el referéndum de 2006”.El evento se desarrolló en el contexto de la invasión de Rusia a Ucrania, una “inhumana agresión de Putin”, según Ortuzar, que ha “transformado el mundo, despertando a muchos del letargo pacifista”. “Esta siniestra e injustificable invasión”, argumentó, “nos vuelve a recordar que los valores de la libertad, la democracia, la prosperidad y la justicia social no son una conquista asegurada sino que hay que defenderlos de manera permanente, con todos los medios lícitos a nuestro alcance y con la máxima determinación”.

El presidente del EBB se congratuló por la rápida y contundente “respuesta inicial conjunta de los 27 Estados de la UE”, pero apostó por “reforzar esta unidad para que los europeos no sucumbamos de nuevo a la fragmentación que tanto nos paraliza”. Ortuzar entiende “la decepción en los Balcanes Occidentales respecto a la UE”, que ha evitado deliberadamente establecer un cronograma de adhesiones con un horizonte temporal definido. Esto se debe, a su juicio, al hecho de que retrocesos democráticos como los registrados en Polonia y Hungría, o episodios de corrupción en Bulgaria y Rumanía han propiciado que “varios países de la UE alberguen serias dudas sobre la aceptación de nuevos miembros”, algo que además requiere de unanimidad.

“El retraso prolongado de las negociaciones para la adhesión socavaría la confianza en la UE y disminuiría la influencia de la UE en la región, fomentando un vacío que Rusia, China y Turquía, ya muy presentes en la zona, lo ocuparían”, advirtió.