El histórico exdirigente de ETA Juan Carlos Iglesias Chouzas, Gadafi, se ha declarado "inocente" en el juicio por el asesinato el 31 de enero de 1991 del exguardia civil Francisco Díaz de Cerio en Bilbao, uno de los casi 380 crímenes de la banda terrorista aún sin resolver en sentencia, según cifran asociaciones de víctimas.

La Audiencia Nacional ha celebrado este jueves el juicio a Juan Carlos Iglesias Chouzas, de 59 años, para quien el fiscal ha mantenido su petición 40 años de prisión por el asesinato de Díaz de Cerio de cinco disparos por la espalda.

"No voy a declarar nada, lo único que quiero decir es que soy inocente y no sé por qué estoy en este juicio", se ha limitado a decir en la vista Juan Carlos Iglesias Chouzas.

Larga condena por asesinatos y atentados

Gadafi fue trasladado a finales de 2020 a la cárcel palentina de Dueñas y cumple una larga condena por asesinatos, atentados, estragos, terrorismo, depósito de armas y explosivos, detención ilegal y robo con violencia, que llegará a sus tres cuartas partes en febrero de 2031.

Fue el primero de los presos etarras que pidió cumplir su condena en el Estado tras llegar en 2005 entregado por Francia, país donde fue detenido años antes y donde también cumplió castigo.

Instituciones Penitenciarias detalló al informar de su traslado a la cárcel de Dueñas que Gadafi había asumido la legalidad penitenciaria, había reconocido el daño causado y había asegurado que no recurriría nunca más a la violencia.

Al respecto el fiscal ha comentado durante su informe en el juicio que la conducta del acusado, con su silencio en el juicio, "no se comparece con esa actitud".

El fiscal ha reconocido que se trata de un "enjuiciamiento tardío" pero que espera que el juicio "llegue a tiempo para satisfacer a las víctimas por el fallecimiento de un ser querido".

Ha estimado que la defensa no puede alegar dilaciones indebidas ya que el tiempo que Iglesias Chouzas estuvo en Francia, donde cumplió condena por su actividad terrorista, no es atribuible a la Audiencia Nacional. Y ha recalcado: "Para las víctimas sí son unas dilaciones insufribles".

La abogada de la acusación ejercida por la viuda del fallecido se ha sumado a la petición de condena y ha recordado que su representada y sus dos hijos "llevan sufriendo y esperando que se haga justicia desde 31 años".

La Ertzaintza concluye que Gadafi participó en el atentado

En el juicio han comparecido como peritos dos ertzainas que han mantenido que de sus investigaciones se concluye que Gadafi participó en el asesinato de Díaz de Cerio junto con otro miembro del comando Vizcaya, Juan María Ormazábal Ibarguren, Turco, que falleció el 29 de agosto de 1991 durante un tiroteo con agentes de la Ertzaintza.

Han añadido que en la época de los hechos ambos integraban el comando Vizcaya de ETA junto con Jesús María Mendinueta, que resultó gravemente herido en dicho tiroteo.

En la vista de este jueves Jesús María Mendinueta ha testificado que si en su declaración policial implicó a Gadafi y a Turco en el asesinato de Díaz de Cerio sería fruto de los malos tratos que recibió por parte de la Ertzaintza tras haber ingresado en el hospital y antes de la llegada al mismo del juez y el fiscal de la Audiencia Nacional que le interrogaron, pero que no recuerda lo que manifestó.

El fiscal ha relatado que los hechos ocurrieron el 31 de enero de 1991 cuando sobre las seis de la mañana Gadafi y Turco pidieron en Bilbao a un taxista que les llevara a un lugar cerca de Basauri e iniciado el trayecto a punta de pistola le introdujeron en el maletero del coche y fueron al barrio de Ocharcoaga, donde dispararon en plena calle a Díaz de Cerio de cinco disparos por la espalda.

Ha añadido que después huyeron en el taxi y abandonaron el vehículo y a su propietario encerrado en el maletero en el camino de Ibarguri.

El fiscal ha señalado que el revólver utilizado para esta acción terrorista fue encontrado en el vehículo usado por el comando, cuyas llaves llevaba Ormázabal cuando falleció en el tiroteo con la Ertzaintza.

El abogado defensor ha solicitado la absolución de Juan Carlos Iglesias Chouzas, al estimar que no hay pruebas suficientes para condenarle y que las declaraciones policiales de otros etarras sobre la participación de Gadafi en los hechos fueron provocadas malos tratos de los agentes que les detuvieron y no fueron ratificadas en su totalidad ante el juez.