Las relaciones entre Junts y Esquerra se mantienen tensionadas en todas las instituciones. El anuncio de Pere Aragonès de fijar encuentros con partidos y entidades independentistas antes de plasmar su estrategia personal para Catalunya ha sido bien acogido en el seno posconvergente pero su secretario general, Jordi Sànchez, afeó ayer jueves a los republicanos el respaldo que ofrecen al Gobierno de Pedro Sánchez cuando apenas se han logrado resultados para encauzar el conflicto catalán. "El Gobierno ha priorizado a ERC hasta ahora como socio porque les dan su apoyo a cambio de poco, y Esquerra también prefería que las relaciones entre Junts y el Gobierno fueran la mínima expresión", consideró el expresidente de la ANC, indultado en la causa del procés. Su interpretación llegó al hilo de lo que está aconteciendo con las negociaciones sobre la reforma laboral, calificando de "sorprendente" que la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se reúna con miembros del Govern para desencallarla, tras departir con el conseller de Empresa y Trabajo, Roger Torrent, y el president Aragonès.

"No sé si debe interpretarse como una desautorización del señor Rufián. No sé si es que el señor Torrent y el presidente de la Generalitat quieren matizar alguno de los excesos verbales del señor Rufián o es que el Gobierno español quiere evidenciar que ha hecho todos los esfuerzos para alcanzar un acuerdo con ERC", expuso Sànchez, convencido además de que el Ejecutivo la sacará adelante con Ciudadanos. En una entrevista en Ràdio 4 y La2, sacó este asunto a colación de la división en el seno del secesionismo, por lo que saludó con expectación el anuncio de Aragonès de realizar una conferencia el próximo 14 de febrero para explicar su propuesta para resolver la cuestión catalana. El líder de Junts apeló a la unidad y lamentó que, ahora, el independentismo está "desorientado en la materialización concreta". Sànchez subrayó que JxCat no renunciará a su proyecto político, que define como de centralidad y que apuesta por la colaboración público-privada, y, por ejemplo, sobre la candidatura para los Juegos Olímpicos de Invierno, encima de la mesa del Govern, criticó que la CUP y los comunes tienen una idea antigua de este tipo de eventos.

Sànchez recordó que Junts ya advirtió de que la mesa de diálogo bilateral apenas iba a desenvolverse con avances significativos, algo que se ha comprobado una vez que Moncloa la ha aparcado en el cajón, al igual que la reforma del delito de sedición. Lamentó que su partido no esté sentado en ese foro después de que Aragonès rechazara su delegación por incluir a personas ajenas al Govern, y cree que el "silencio" se debe a que no hay avances y no a la discreción.

"El silencio respecto a la mesa de diálogo se debe a que no hay avances y no tanto a la discreción"

Secretario general de Junts