El expresidente de la Generalitat Quim Torra considera "absurdo" que el independentismo, que ve "descarrilado" de su estrategia, insista en la mesa de diálogo para resolver el conflicto catalán, y ha advertido al presidente Pere Aragonès: "Ni en 2030 ni en 2080. No habrá un referéndum acordado".

En una entrevista en Catalunya Ràdio, Torra ha criticado el poco "realismo" de la previsión que hizo esta semana Aragonès, que fue su vicepresidente en su etapa al frente de la Generalitat, cuando en una entrevista dijo que los catalanes habrán votado sobre la independencia antes de 2030.

En su opinión, no hace falta explorar el diálogo con el Estado durante dos años, tal y como pactaron ERC y la CUP, para constatar que no será así.

"No entiendo los motivos de esos dos años de tregua para una mesa de diálogo que sabemos que no servirá para conseguir un referéndum acordado", ha dicho.

Torra, que participó en la primera reunión de la mesa de diálogo celebrada en febrero de 2020, ha explicado que el Gobierno español se limitó a decirles que "'no' a todo" en ese encuentro, y ha augurado que es lo mismo que sucederá en el previsto para la semana del 13 de septiembre.

El expresidente catalán ha cargado contra el nuevo Govern, que cumple 100 días de mandato, porque considera una "mala noticia" que desde diferentes tribunas vinculadas al "establishment" se elogie "que haya abandonado la vía de la confrontación para centrarse en la vía de la gestión".

"Esto es una mala noticia para los que creemos que estamos en un proceso de independencia", ha subrayado el expresidente, que concurrió a las elecciones de 2017 como independiente en la lista de JxCat.

Torra, que ha destacado que asumió la confrontación como un "deber" ante la existencia de un "president en el exilio" -en alusión a Carles Puigdemont-, ha lamentado que se haya entrado en una etapa de "normalización" de la situación en Catalunya sin que se haya resuelto el problema de fondo.

En este sentido, ha lamentado que el independentismo esté "desorientado" y "desmovilizado" pese a haber sumado un 52 % de los votos en las últimas elecciones al Parlament. "Cuando tienes un objetivo pero no un plan, queda en un deseo", ha advertido.

Y ha agregado, usando el acuerdo entre ERC y la CUP como ejemplo de la falta de concreción de las fuerzas independentistas: "¿Qué es eso del embate democrático? ¿Un referéndum, una DUI?".

"Creo que hemos descarrilado", ha sentenciado.